- 31/5/2025
Los Micromater, unos animales increibles
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00:00Al ver estos inquietantes rostros, con frecuencia pensamos en seres primitivos,
00:07carentes de sofisticados instintos, cuyos únicos atributos son transmitir enfermedades
00:13o causar graves daños en nuestras cosechas. Pocas veces nos paramos a pensar que estos
00:18pequeños invertebrados son capaces de desarrollar complicados y fascinantes comportamientos,
00:24o mucho menos imaginarlos como unos abnegados padres preocupados por garantizar el futuro
00:31y bienestar de sus hijos. Sin embargo, en este micromundo podemos observar asombrosos ejemplos
00:38de cuidados maternales, pequeños insectos capaces de crear elaboradas construcciones con el único
00:44objetivo de garantizar el futuro de sus crías, algo que ni siquiera nuestros parientes, los
00:50mamíferos son capaces de realizar con tanta habilidad.
01:01Micromater.
01:05En este bosque galería, repleto de fresnos, sauces y álamos, una sesia, esta inofensiva
01:12mariposa disfrazada de avispa, está buscando el lugar más propicio para iniciar su puesta.
01:17La sesia no se toma demasiadas molestias a la hora de poner sus huevos, ni siquiera
01:24los pega a la corteza de este árbol, simplemente los deja caer al suelo.
01:36Su estrategia no se basa en proporcionar a sus huevos especiales cuidados o en protegerlos
01:42con sofisticados nidos. La sesia garantiza la supervivencia de sus crías con el número.
01:50La hembra puede permanecer así, liberando sus huevos durante horas. Al final habrá puesto
01:57más de mil. Muchos de estos diminutos huevos serán víctimas del moho. Otros se convertirán
02:05en alimento para las hormigas, pero su elevado número garantiza que al menos una buena parte
02:10de ellos logre sobrevivir.
02:16Al cabo de unos días comienzan a moverse. Las jóvenes orugas están eclosionando. La estrategia
02:23de la sesia ha funcionado. Otras mariposas optan por sistemas sutilmente diferentes. En
02:32el tronco de este viejo peral se ha posado una enorme. Se trata de un gran pavón nocturno.
02:38Esta especie, una de las mayores del mundo, no realiza una puesta tan copiosa como la de
02:44su pariente, la sesia. Su estrategia es otra. Veamos.
02:48En este caso el huevo sale del abdomen de su madre, cubierto por un líquido muy pegajoso.
02:56Mamá lo sitúa con cuidado sobre el tronco y espera a que el pegamento actúe. Al cabo
03:02de unos segundos, el huevo de gran pavón queda literalmente pegado al árbol.
03:08Aquí, alejado de los peligros del suelo, el pequeño grupo de huevos tendrá más posibilidades
03:14de sobrevivir. La siguiente generación de orugas saldrá de ellos dentro de unos días.
03:20Pero no siempre el desarrollo de las puestas es tan rápido. En estas pequeñas charcas
03:26estacionales, de apenas unos centímetros de profundidad, viven unas espectrales criaturas
03:31cuya apuesta de futuro es de lo más radical. Son camarones fantasma.
03:36El agua de lluvia acumulada en estas pequeñas depresiones la
04:06abradas en la piedra durará poco. Y es posible que pasen varios años antes de que una nueva
04:13tormenta las inunde de nuevo. Colonizar otras charcas es imposible para estos frágiles
04:18anostráceos. Todos ellos morirán cuando la última gota de agua se evapore. Su apuesta
04:25de futuro serán sus crías. Pero, ¿cómo lo consiguen?
04:29Esta es una hembra. Podemos ver claramente su saco ovígero. Es esta cápsula repleta de
04:38huevos casi microscópicos. El excesivo aumento de la temperatura del agua es la señal de que
04:44el final se aproxima. En este momento, las hembras liberan en el fondo cientos y cientos
04:50de huevos. Son tan pequeños que pueden ocultarse entre los granos de arena. Pero lo más sorprendente
04:57es que estos, en apariencia frágiles huevos, son en realidad diminutas cápsulas del tiempo.
05:04Cuando el agua de su pequeña charca desaparezca por completo, serán capaces de sobrevivir
05:09durante varios años en el ambiente más seco y caluroso, a la espera de que una certera
05:14lluvia los devuelva a la vida. Mucho menos extremos en sus planteamientos de supervivencia
05:22son estos llamativos escarabajos. Viven aquí, en las plantaciones de patatas. Son doríforas
05:29del Colorado, más conocidos como escarabajos de la patata. Mientras que algunas parejas
05:36se dejan llevar por sus ardores reproductivos, otras hembras ya han iniciado sus puestas.
05:42Aquí hay una. En esta delicada tarea se toman ciertas precauciones. Siempre ocultan sus huevos
05:48en el embés de las hojas de su planta favorita. Así están a salvo del sol y de la lluvia.
05:54Además, aquí debajo, pasarán más inadvertidos para sus predadores.
06:00A pesar de la aparente simplicidad de su sistema de reproducción, este humilde escarabajo ha
06:06conquistado casi todo nuestro planeta. El secreto de su éxito radica en su comida. Cuanto más
06:13extendemos el cultivo de la patata, más oportunidades de expansión damos a su eterno acompañante.
06:20De estos relucientes e inmaculados huevos, no tardarán en aparecer unas voraces larvas
06:26cuya única misión en la vida será comer y comer. En unas semanas podrán desfoliar por
06:32completo plantaciones enteras. Todo un reto para los sufridos horticultores.
06:37El escarabajo de la patata tiene un pariente cercano cuya estrategia reproductiva es muy
06:43similar, aunque esta vez son los álamos de las riberas de los ríos europeos su lugar
06:49de residencia. Una crisomela del chopo. Las hojas de nuestras alamedas son su plato
06:56favorito. Pero no todos se dedican a comer. Otros, como esta hembra, se apresuran a pegar
07:02sus huevos sobre las hojas. Pero lo verdaderamente excepcional es la estrategia defensiva de sus
07:15larvas. Aquí hay una justo antes de transformarse en crisálida. A lo largo de sus costados poseen
07:23unas glándulas especiales, llamadas glándulas repugnatorias, capaces de segregar unas gotas
07:29de un líquido oloroso que contiene aldeído salicílico. Cuando la larva considera que
07:34está en peligro, y este es desde luego uno de esos momentos, despliega todo su arsenal
07:40químico. La chinche asesina se aproxima de nuevo. Pero la reacción de la larva es instantánea.
07:49Su eficaz sistema de guerra química le ha salvado la vida.
07:52En la mayor parte de los ríos y lagos de Europa, sobre todo en aquellos donde los indicadores
08:03biológicos nos demuestran la calidad y pureza de sus aguas, viven unos primitivos y anodinos
08:09insectos cuya apuesta reproductiva pasa por anticiparse a las necesidades que sus hijos
08:14tendrán cuando nazcan. En la orilla de esta charca hay uno de ellos, una mosca del aliso,
08:22un megalóptero. Se trata de una hembra y la hemos sorprendido en el delicado instante
08:28de su puesta. Uno a uno va pegando los huevos, formando un apretado paquete. El orden y la
08:36simetría de su puesta son casi perfectos. Pero lo más interesante es que las larvas que
08:41nazcan de estos huevos serán estrictamente acuáticas. Y es precisamente por esta razón
08:47por lo que la previsora madre escogió una hoja situada justo encima del agua. Unos días
08:54más tarde, durante una apacible noche de primavera, las larvas comienzan a salir.
09:03Ayudadas por el rocío de la noche, van precipitándose lentamente al estanque.
09:11Son tan pequeñas que varias larvas pueden nadar en una simple gota de agua. La previsión
09:19y la exactitud de su madre a la hora de colocar su puesta les ha permitido sobrevivir. Son
09:26incontables los peligros a los que tanto los huevos como las pequeñas larvas de insectos
09:30se tienen que enfrentar antes de alcanzar el estado adulto. Las madres, conscientes de esta
09:36encarnizada lucha por la supervivencia, tratarán de dar a sus pequeños las máximas ventajas.
09:43Por estas ramas patrulla una horda de hormigas hambrientas. Fijar aquí una apuesta sería algo
09:49casi suicida. Pero este delicado insecto, una crisopa, ha desarrollado un ingenioso método
09:56para aislar sus huevos de estos peligros. Veamos cómo lo hace. En primer lugar, selecciona el punto
10:03exacto donde quiere colocar uno. Segrega una gota de fluido pegajoso, a continuación
10:09un delgado filamento y el huevo. La seda que produce endurece en pocos segundos, adquiriendo
10:16la consistencia necesaria para sostener el diminuto huevo.
10:20El resultado es este, una puesta bien aislada en el extremo de largos filamentos. Una defensa
10:35pasiva de lo más ingeniosa. Esta es la obsesión de las madres por ocultar sus huevos en un lugar
10:43seguro que algunas especies han desarrollado órganos especiales para tal fin. Bajo este
10:50puente se ha instalado un grupo de opiliones. Son estas extrañas arañas de largas patas,
10:57aunque en realidad no son verdaderas arañas. Este es un macho. Está devorando una larva de
11:03escarabajo.
11:03Y aquí hay una hembra. Son muchas las características que los separan de sus parientes las arañas.
11:13Pero es sobre todo el órgano ovupositor, ese flexible tubito que se ve entre sus patas,
11:19lo que los diferencia claramente de las verdaderas arañas. Tantea una y otra vez con su órgano
11:26especial hasta encontrar una pequeña grieta en la piedra donde ocultar sus huevos. Pero este
11:32no es el único ejemplo. Muchos insectos, como esta chicharra alicorta, han desarrollado
11:38estos enormes apéndices rígidos llamados oviscaptos. Su finalidad es enterrar sus huevos
11:45bajo tierra. Pero ¿cómo funcionan? Esta hembra de grillo común está en plena faena. Su órgano
11:53ovupositor está formado básicamente por dos láminas rígidas capaces de deslizarse una
11:59sobre otra. Con este rítmico movimiento, la hembra consigue dos propósitos. Enterrar
12:05su oviscapto en el suelo, como si de un taladro se tratara, y permitir que sus delgados huevos
12:10se deslicen entre ambas laminillas. Ahora sale uno.
12:14Poco a poco irá completando su pequeño nido a escasos centímetros bajo el suelo. Enterrar
12:24la puesta bajo tierra no sólo la aísla de posibles peligros. También es un sistema
12:29ideal para mantenerla con una humedad y temperatura algo más estables que en el exterior. Esto
12:35es vital, sobre todo para los invertebrados, que necesitan una elevada humedad ambiental
12:40para completar sus ciclos biológicos. Y los caracoles son, sin duda, uno de ellos. Este
12:48ya ha excavado su cámara nido. Lentamente sus huevos van saliendo al exterior a través
12:56de su apertura genital situada en el lado derecho de su cuello. Una viscosa gelatina impide
13:03que caigan bruscamente al fondo del nido. Esta baba gelatinosa los protege además de
13:10posibles brotes de moho y de otros pequeños enemigos. Al cabo de unas horas, este caracol,
13:17que ahora está actuando como madre, ya que los caracoles son hermafroditas, es decir,
13:22machos y hembras a la vez, habrá puesto medio centenar de huevos llenando por completo su
13:27cámara subterránea. Este es, sin duda, un momento muy vulnerable en la vida de cualquier
13:40invertebrado. Algunas especies han dado a este problema una drástica solución. Es
13:47primavera y las plantas que han pasado el invierno encerradas en sus semillas regresan
13:51con fuerza a la vida.
14:21Es tiempo de abundancia para esta pequeña horda de insectos, pulgones. En pocos días,
14:32una planta que apenas contaba con unos cuantos ácidos puede aparecer totalmente cubierta por
14:37estos pequeños chupadores de savia. Pero ¿cómo logran una expansión tan rápida? La respuesta
14:43está una vez más en su sistema de reproducción. Toda esta colonia está formada por madres.
14:50Aquí no hay machos. Estas hembras son capaces de reproducirse por partenogénesis, es decir,
14:57sin la necesidad de ser fecundadas. Pero no sólo esto. También se ahorran los problemas
15:02de la puesta y del posterior desarrollo larvario. Todas ellas son vivíparas. Sus pequeñas crías
15:10nacen del vientre materno totalmente formadas. Ahora están haciendo una. Lo primero que aparece
15:16son sus frágiles patas. Para facilitar el proceso del parto, permanecen pegadas al cuerpo.
15:23Un poco más y por fin asoma su cabeza.
15:28Antes de que la hembra lo deje, espera a que su pequeño estire todos sus miembros. Nada más
15:34nacer, el diminuto pulgón es una réplica en miniatura de su madre. Ya está, un nuevo
15:41pulgón a la colonia. En buena parte de las zonas áridas de nuestro planeta, e incluso
15:49aquí, en el sur de Europa, en una de las regiones más desérticas de España, vive un grupo
15:54de extraños animales emparentados directamente con las arañas. Oculto bajo esta piedra hay
16:00uno de ellos. Un solífugo, una hembra de glubia dorsalis. Algo realmente insólito está sucediendo.
16:10Hace ya unos minutos que esta hembra comenzó a liberar sus huevos. Pero lo más notable es
16:15cómo lo hace. Así, boca arriba e inmóvil, la hembra ha caído en un sorprendente trance.
16:22Durante unos minutos no da la menor señal de vida. Parece muerta. Mientras que los huevos
16:28siguen saliendo de su abdomen, la indolente madre continúa paralizada en una especie de
16:33estado catatónico. Poco a poco parece que recobra algo de movimiento. Pero hasta que no ponga
16:39el último huevo, no regresará de su hipnosis. Las hembras son muy agresivas. Durante las
16:46cópulas sufren un oportuno desvanecimiento que los machos aprovechan para consumar la fecundación.
16:53Es posible que ahora, en estos momentos tan cruciales, suceda algo parecido. Lo cierto
16:58es que así, con la voraz hembra dormida, la puesta no corre peligro de ser devorada.
17:04Parece que estos son los últimos huevos en salir. La hembra regresa a la vida. Durante
17:10los próximos días se comportará como una madre ejemplar, cuidando y protegiendo su nido
17:15de cualquier intruso. Las hembras de solífugo son sin duda excelentes madres. Pero un grupo
17:22de artrópodos ha dado un paso más en el cuidado de sus crías. En este húmedo bosque
17:28de robles y arces son muy comunes unos pequeños insectos cuya dedicación a sus hijos es realmente
17:34ejemplar. Pijeretas. Durante el otoño, estos dermápteros recorren incluso nadando todos los
17:43rincones de sus territorios en busca de un buen lugar para excavar sus pequeños nidos. Bajo
17:49este tronco, una hembra ya ha excavado el suyo. En esta galería de apenas un centímetro
17:55de diámetro estará a salvo del frío extremo y de no pocos peligros que acechan en el exterior.
18:01Una buena elección para ocultar sus huevos. Sin perder ni un instante, la hembra lo recoge
18:08y lo limpia cuidadosamente con su boca. Esta labor es muy importante para evitar posibles
18:14infecciones producidas por hongos y pequeños parásitos. Al cabo de unos minutos pone otro huevo.
18:22Tras varias horas de puesta, su nido albergará casi medio centenar de relucientes huevos. Ahora su
18:28obsesión es protegerlo de posibles intrusos. Y no tarda en aparecer uno, un geofilomorfo. Pero
18:35la reacción de la madre es instantánea y no tarda en expulsarlo.
18:50El tiempo corre y el otoño ha dado paso al invierno. Durante casi un mes, la abnegada
18:56madre ha permanecido junto a su puesta, sin ingerir apenas alimento. Pero la recompensa
19:02a su gran esfuerzo está a punto de llegar. Los embriones se han desarrollado por completo.
19:07El nacimiento de sus hijos ha comenzado.
19:16Con no pocos esfuerzos, las pequeñas tijeretas rasgan la delgada membrana que las separa del
19:21mundo exterior.
19:25Sus frágiles cuerpos apenas tienen fuerza para liberarse. Pero la tenacidad por sobrevivir
19:31es mucho mayor que su tamaño. Una vez más, el instinto y el tesón de estas diminutas
19:38madres ha triunfado. No obstante, el trabajo ha sido agotador. Algunas especies han conseguido
19:45ahorrarse todos estos esfuerzos en los cuidados maternales. Y una de ellas vive aquí abajo,
19:51a escasos centímetros del nido de tijereta. Una lombriz de tierra. Esta estrecha galería
19:58ha sido horadada por ella. Si nos adentramos en el túnel un poco más, encontramos este
20:04pequeño jarroncillo semi-transparente. Visto de cerca parece la obra de un maestro orfebre.
20:11Pero en realidad se trata de una ooteca. Una especie de contenedor, en cuyo interior la
20:16lombriz depositó varios huevos, que tras la eclosión se han transformado en diminutas
20:21lombrices a punto de salir al exterior. Una de ellas asoma la cabeza. Se toma muchas
20:28precauciones antes de abandonar la ooteca. Algún enemigo puede andar cerca. Si algo le
20:34incomoda, regresa a su interior. Lo intenta de nuevo, y esta vez para abandonar definitivamente
20:42su jarroncillo de ámbar. Las ootecas suponen una protección extra de gran eficacia frente
20:49a las inclemencias atmosféricas. El frío, la lluvia o el viento serán problemas mucho
20:55más llevaderos si los vulnerables huevos están protegidos en el interior de un estuche
21:00aislante. Entre las piedras de esta vieja iglesia, una mantis religiosa está elaborando
21:06una. Lo más extraordinario es cómo, a partir de esta masa fluida, es capaz, con ayuda de
21:14unas paletas especiales, situadas en el extremo de su abdomen, de crear una estructura interior
21:19perfectamente definida, a la vez que deposita sus huevos. La mantis invierte mucha energía
21:29en batir este fluido hasta conseguir una masa espumosa. Lo que pretende es crear el mayor
21:34número de burbujas de aire alrededor de los huevos. Y tiene una buena razón para
21:39hacerlo. Su ooteca tendrá que resistir los fríos invernales antes de que sus crías nazcan
21:46durante la próxima primavera. Instintivamente la madre sabe que uno de los mejores aislantes
21:51contra el frío es el aire. De hecho, está envolviendo su puesta en una espuma de extraordinaria
21:58eficacia térmica. La espuma endurece rápidamente al contacto con el aire, adquiriendo una consistencia
22:05similar al cartón. Además, en su interior, los huevos aparecen perfectamente colocados
22:15siguiendo un estricto orden. Y cada uno de ellos posee su propio pasillo de salida.
22:21Desde fuera, cada uno de estos corredores cuenta con su propia trampilla de escape que permitirá
22:28a las jóvenes mantis salir al exterior. En fin, una obra más propia de un ingeniero
22:34que de un humilde insecto. Las estrategias de los artrópodos para conseguir la perpetuación
22:41de su especie pueden ser de lo más sorprendentes. En ocasiones, incluso rozan lo macabro. Veamos
22:49un curioso ejemplo. Todas estas son orugas de mariposa de la col. Su actividad parece normal
22:56y su desarrollo también. Sin embargo, una diminuta avispa ha sentenciado sus vidas. Hace
23:03unas semanas, cuando esta oruga era aún muy pequeña, una avispa parásita, una apanteles,
23:10inyectó en su interior medio centenar de huevos casi microscópicos. Ahora la oruga ha crecido
23:15y su mortal cargamento también. Algo se mueve bajo su piel. Las larvas de apanteles se han
23:23alimentado de las entrañas de la oruga con especial cuidado de no dañar sus órganos
23:27vitales. Para ellas, era fundamental mantener a la oruga, su despensa, con vida, al menos
23:34hasta este momento.
23:35El espectáculo no puede ser más tétrico. La oruga, aún con vida, se ve rodeada del
23:45enemigo que hasta ahora latía en su interior. Las larvas de avispa comienzan a tejer sus
23:52capullos de seda. Ni siquiera se toman la molestia de abandonar el maltrecho cuerpo de su víctima.
23:58En unos minutos, la oruga de mariposa de la col se ve envuelta en un macabro sarcófago de
24:03seda. Para la construcción de sus capullos, las larvas de apanteles utilizan una de las
24:13sustancias más valiosas de la naturaleza, la seda. Pero, por supuesto, estos no son los
24:19únicos insectos capaces de producir y manipular este delicado elemento. Oculto en este viejo
24:26tronco, otro insecto usa la seda de forma muy diferente. Se trata de un tejedor europeo.
24:33Estos enviópteros usan su seda para construir largos túneles por cuyo interior se desplazan
24:40con gran rapidez. Pero lo verdaderamente curioso es cómo fabrican estas ciudades de seda. Lo
24:49hacen con sus manos. O mejor dicho, la producen unas glándulas especiales situadas en los tarsos
24:54de sus patas delanteras. Por esta razón, sus tarsos son extraordinariamente gruesos, como
25:00pequeños guantes de boxeo. Poco a poco, a golpe de mano, el envióptero va tejiendo
25:07su túnel de seda.
25:08Justo al lado, en un rincón del túnel, una hembra ha escondido su pequeño nido. Si
25:22algo le incomoda, no duda en trasladar todos los huevos a un lugar más tranquilo. Los tejedores
25:29utilizan la seda con gran habilidad. Pero los verdaderos maestros son, sin duda, las arañas.
25:35La seda con gran habilidad.
26:05Frente a esta extraordinaria diversidad en el uso de la seda, podemos entender que
26:32no todas las arañas la utilicen de igual modo. Cada especie produce la estrictamente
26:37necesaria para sus fines. Fabricar seda requiere una gran inversión de energía y las arañas
26:43no la derrochan inútilmente. Esta araña es una argíope, una hembra. Hace unos minutos
26:50comenzó la construcción de su nido. Lo primero que teje es una gruesa y mullida plataforma,
26:58una especie de cuenco invertido. En su interior pegará literalmente sus huevos.
27:09Terminada esta fase inicial, se detiene. De pronto, de su abultado abdomen comienza a salir
27:15una enorme masa de huevos. Todos ellos aparecen impregnados por una sustancia muy pegajosa que
27:23los mantiene unidos y evita que caigan al suelo. Parece imposible que todos ellos estuvieran dentro
27:29del cuerpo de la araña. Ya están todos. Ahora los cubre con una capa de seda.
27:36La argíope, al igual que todas las arañas, invierte mucha energía en la producción de seda. Es muy
27:45importante usarla justo en la proporción adecuada. Un despilfarro de seda sería una pérdida inútil de
27:51energía. Sin embargo, esta especie construye uno de los nidos más grandes y complejos, por lo que
27:57necesitará una enorme cantidad de seda. ¿Por qué invierte tanto trabajo y energía en su construcción?
28:06¿Acaso la argíope hace un mal uso de sus recursos? Bueno, en realidad esta madre tiene una buena razón
28:13para actuar así. Las jóvenes arañas no saldrán de su nido este año, sino a principios de la próxima
28:19primavera. El nido tendrá que soportar todo el frío invernal. Y por supuesto, es de vital importancia
28:26evitar que sus indefensos embriones mueran congelados. Lo que la hembra pretende es crear alrededor de los
28:34huevos una capa esponjosa, bien aireada, capaz de mantenerla puesta en el centro de su nido. Pero
28:41no sólo esto. El color oscuro de la seda permitirá que los tenues rayos de sol que penetren en el nido
28:47calienten esta capa de aire que rodea los embriones. Y cuando las jóvenes arañas nazcan, usarán este cálido
28:54espacio para realizar su primera muda. Un nido con guardería y calefacción central.
29:04La hembra no cesa en su trabajo. Una vez más cambia el aspecto de su seda. Ahora es blanca y lisa.
29:11Con firmes movimientos de su abdomen, pretende tejer un apretado estuche que proteja de la lluvia
29:16toda su obra. Cuanto más apretada esté la seda, más eficaz será este escudo aislante.
29:24Su magnífico trabajo parece concluido. Pero aún le queda un importante detalle. Un nido tan blanco
29:30destaca claramente entre la hierba. Podría convertirse en un blanco fácil para muchos
29:35predadores. La hembra lo está camuflando.
29:38Gracias a estas rayas oscuras, el nido se confundirá con las hierbas del entorno, pasando
29:47totalmente inadvertido. Pero no siempre es necesario construir nidos tan complejos.
29:54Esta otra araña, un fólcido, suele vivir en lugares muy resguardados. Incluso es muy frecuente
30:01encontrarla en el interior de nuestras casas. Es una hembra y está tejiendo una pequeña red
30:06cuna. De hecho está a punto de iniciar su puesta. Una masa de huevos emerge de su abdomen.
30:19Con firmes movimientos los empuja una y otra vez contra su red cuna, con el propósito de pegarlos
30:25firmemente a ella. Finalizada esta operación, la hembra espera inmóvil unos minutos. Tiempo
30:32suficiente para que el líquido que baña la puesta se seque.
30:36Ahora los huevos permanecen firmemente unidos entre sí. La madre ya puede separarse de
30:44ellos sin riesgo de perderlos. En este momento comienza a tejer una pequeña red en un lado
30:51de su puesta. La hembra no pretende cubrirla totalmente con seda. Lo que quiere es construir
30:57un asidero, una especie de arnés en el que poder hundir sus quelíceros sin dañar su preciado
31:03nido. La celosa madre prefiere vigilar muy de cerca el desarrollo de sus crías. Y así,
31:11colgando de su boca, es sin duda la forma más directa de hacerlo. Este es un buen ejemplo
31:17de ahorro y eficacia en el uso de la seda. Sin embargo, otras madres prefieren jugar un
31:22papel mucho más activo en la protección de sus pequeños. Una araña lobo, un licósido,
31:29una especie emparentada con las grandes tarántulas. La bolita que lleva detrás, pegada a su abdomen,
31:36es su nido. En este momento se está produciendo uno de los acontecimientos más llamativos de
31:41su ciclo reproductivo. En el interior del nido, los embriones se han desarrollado y las jóvenes arañas
31:48luchan por salir al exterior. Pero lo más notable es que sus crías, ya formadas y con plena capacidad
31:56de movimiento, no se alejan de su madre. Todo lo contrario, se suben encima de ella, justo aquí
32:02arriba, sobre su abdomen. Las jóvenes arañas corretean libremente por el cuerpo de su paciente
32:09progenitora, sin que ésta se incomode en absoluto. Parece que ahora, en este momento tan crucial,
32:17la araña lobo sustituye su ancestral instinto cazador por el de solícita madre. Cuando alguna
32:24de sus crías cae accidentalmente al suelo, la hembra se aproxima a ella, no para comérsela,
32:30sino para tenderle maternalmente una pata, con el propósito de que la diminuta cría trepe
32:35por ella, hasta la seguridad de su cuerpo. En ocasiones es la diminuta cría la que, al
32:49ver la silueta de su madre, corre hacia ella.
33:00Una pequeña ayuda de mamá, y ya está junto a sus hermanas. A partir de ahora, cabalgarán
33:06a lomos de su madre por todo el bosque, hasta que sus débiles cuerpos estén lo suficientemente
33:10preparados para independizarse por completo. Todo un ejemplo de maternidad. Bueno, al menos
33:17para una araña.
33:18La habilidad de las arañas en el uso de su seda resulta realmente increíble. Pero un
33:25grupo de insectos ha llevado al extremo su maestría en el manejo de uno de los materiales
33:29más abundantes de la naturaleza, el barro. Entre los muros de este castillo hay uno de
33:36ellos trabajando. Es un scelifron, una avispa alfarera. Las hembras como esta se pasan la mayor
33:46parte de sus cortas vidas, construyendo elaborados nidos de barro. Lo primero es buscar un pequeño
33:52charco donde recoger su material de construcción. En esto, las pequeñas alfareras, como los
33:58verdaderos maestros artesanos, se muestran muy exigentes. No sirve cualquier barro. Ha
34:04de ser uno lo suficientemente blando para ser moldeado, pero no demasiado líquido. Este
34:10parece ser de su agrado. Con extraordinaria habilidad, recoge una bolita con sus mandíbulas
34:16y al nido con ella.
34:29El sonido que emite la avispa al trabajar lo producen los músculos de sus alas. Lo que
34:35la avispa pretende es vibrar el barro. Es la misma técnica que nosotros empleamos en
34:40la fabricación del hormigón. Unos retoques más y ya está. En unos instantes regresa
34:50con otro cargamento de barro. Así, usando una antigua técnica que los alfareros humanos
34:56llaman de enrolle, va construyendo su obra. Durante horas seguirá acarreando barro, hasta
35:03que por fin logra construir su primera celdilla. Al cabo de unos minutos, la avispa regresa
35:13a su nido, pero esta vez no con barro, sino con una araña paralizada por su veneno. En
35:20realidad, esta celdilla es un almacén de víveres, una despensa para su futura larva.
35:26En su interior yacen los cuerpos paralizados, pero vivos, de varias arañas. Y sobre una de
35:31ellas, la madre ha colocado su preciado huevo. Con extraordinaria habilidad, como solo un
35:42maestro alfarero sabe hacerlo, sella la entrada de su despensa.
35:46La maestría del Scelifron, en el manejo del barro, resulta como poco sorprendente. Pero
36:06compartiendo su mismo territorio, vive esta otra avispa llamada Eumenes. A pesar de su reducido
36:13tamaño, es capaz de manejar y moldear el barro de forma mucho más elegante. Con ayuda
36:19de sus patas controla el grosor de la pared. Esto es muy importante, ya que una pared muy
36:26delgada sería demasiado frágil y una demasiado gruesa dificultaría la transpiración natural
36:31del barro, limitando el oxígeno disponible para su cría.
36:35Ahora la Eumenes comienza la parte más delicada. Con extraordinaria maestría, moldea un estrecho
36:45cuello en el extremo de su jarroncillo. Este cuello de botella impedirá que algunos curiosos
36:51puedan entrar y destruir su puesta. Terminado el cuello, lo remata con un delicado embudo.
36:58Ya está. Ha terminado su obra. ¿Pero para qué necesita esta estructura tan elaborada?
37:08Pues para esto. Al igual que ocurría con su prima, la avispa Escelifron, el jarroncillo
37:14de la Eumenes no solo es su nido, también es la despensa para su cría. Y esta será su
37:20comida, pequeñas orugas que la avispa ha paralizado con su aguijón.
37:24Colgado del techo, en el lugar más seguro, la madre ha colocado su huevo.
37:41Los apacibles días de verano pasan con rapidez. Y una semana más tarde, algo ha cambiado en
37:47el interior del nido de Eumenes. El huevo que la hembra había colgado del techo parece
37:53cobrar vida. La larva está saliendo. Con suaves movimientos serpenteantes, consigue
38:05liberarse lentamente de su envoltura. A escasos milímetros, las orugas esperan
38:13su fatal destino. Unos forcejeos más y la desvalida larva de Eumenes logra desprenderse
38:25del fino saco que la envolvía. A partir de ahora, se transforma en una feroz devoradora
38:34de orugas. Gracias a los esfuerzos de su madre, dispone de una confortable y segura residencia
38:41donde completar su desarrollo. Y una despensa repleta de abundante y fresca comida. Todo
38:47lo que una larva de Eumenes necesita. Las alfareras son sin duda muy hábiles en el uso del barro.
38:56Pero otra especie de himenóptero es capaz de elaborar su propio mortero de construcción
39:00a partir de un simple montón de arena seca. Es esta pequeña abeja, una calicodoma.
39:06Es primavera en el sur de Europa. En esta época, las abejas albañil se encuentran en plena
39:16construcción de sus nidos. Este grupo en particular está recogiendo arena. Pero lo que más atrae
39:23nuestra atención es la capacidad de estos pequeños insectos en transformar la reseca
39:28arena en un consistente mortero con el punto exacto de humedad para ser manipulado. De forma
39:35casi imperceptible, esta abeja mezcla la arena con un poco de líquido segregado por
39:40la boca. Después de amasarlo durante unos segundos, ya está listo para transportarlo
39:45a su obra. En el interior de esta vieja casa, junto al mar Mediterráneo, hay una de ellas
39:54trabajando. Su técnica de construcción recuerda bastante a la empleada por las avispas alfareras,
40:03pero las paredes de este nido son mucho más gruesas y resistentes. Este detalle es de vital
40:11importancia. Mientras que las alfareras llenan sus despensas de pequeñas orugas o arañas,
40:17una comida totalmente seca, estas abejas necesitan almacenar polen y néctar para sus larvas. Este
40:24alimento, más o menos líquido, podría desmoronar el fino barro empleado por las avispas. Es mucho
40:30más seguro, el sólido mortero de construcción empleado por estas abejas albañil.
40:51Tras numerosos viajes al arenero, la abeja ha terminado su pequeño cuenco. Ahora es el
40:56momento de las provisiones. En unos minutos regresa con su carga de comida. Pero lo más
41:09insólito es que transporta a la vez dos tipos diferentes de alimento. Primero introduce su cabeza
41:14para regurgitar unas gotas de líquido azucarado, de néctar. Pegado bajo su abdomen, lleva su segundo
41:22cargamento. Es esa gran mancha amarilla, polen. Cuando no le queda ni una gota más de néctar en su
41:29estómago, se da la vuelta para depositar su segunda carga. Ayudándose de unos pelos especiales de sus
41:38patas traseras, peina su abdomen, dejando caer hasta el último grano.
41:43La mezcla de polen y néctar forma en el fondo del nido una pasta viscosa de extraordinario poder
41:53energético, el alimento perfecto para su larva. En unos días, la abeja tiene su despensa llena.
42:01Ahora regresa con una bolita de mortero en su boca. Introduce su abdomen en el nido para
42:07depositar un solo huevo. Es esa cápsula blanca medio hundida en su propia comida. La abeja se da
42:16la vuelta para sellar su nido. Estos himenópteros poseen uno de los instintos más complejos y
42:26elaborados en el ciclo reproductivo de un insecto. Sin embargo, otras madres pueden presumir de haber
42:32simplificado al máximo este vital periodo de sus vidas. Aquí, en la costa oeste de África,
42:40en este interminable manglar, situado en el sur de Senegal, vive una singular comunidad
42:45biológica cuya biodiversidad es sorprendente.
43:15Pero este paraíso es también el hogar de un grupo de animales, a los que sin duda podemos
43:41considerar como uno de los más letales de nuestro planeta. Este coco suele ser visitado
43:47por alguno de ellos. Pero para poder observarlos, tenemos que esperar la llegada de la noche.
44:00Aquí está. Es un mosquito, una hembra, un culícido.
44:04Esta familia de mosquitos es célebre por albergar especies capaces de transmitir graves
44:15enfermedades. Pero ahora esta hembra no tiene intención de picar a nadie. Ha escogido este
44:22diminuto estanque para poner sus huevos. Cruzando las patas traseras, la hembra impide que sus huevos
44:28se alejen de ella a la deriva. Resulta curioso observar con qué habilidad los coloca, formando
44:37una pequeña balsa flotante. Unos cuantos más y la hembra de mosquito habrá concluido su trabajo.
44:44La cantidad de puestas de mosquito que en este momento se están desarrollando justo aquí,
44:57en esta zona de Manglar, puede ser astronómica. Y aunque muchas balsas de huevos sean destruidas,
45:03un número incalculable de ellas llega a buen puerto.
45:14Por unas escotillas situadas bajo el agua, justo debajo de la balsa de huevos, las larvas
45:21de culícido salen a su pequeño estanque.
45:35En unos minutos, estimuladas por la elevada temperatura del agua, las larvas comienzan a comer.
45:44En pocos días multiplicarán su tamaño hasta adoptar este extraño aspecto. Son pupas,
45:55estados intermedios entre larvas y adultos. En su interior, la vieja larva se está transformando
46:01en el mosquito que todos conocemos. Unos días más y las pupas se dirigen a la superficie
46:09del agua, dando lugar a una de las transformaciones más espectaculares.
46:14Una nueva generación de mosquitos comienza a salir.
46:17No cabe duda.
46:46El instinto maternal, aun tratándose de pequeños y humildes seres como estos, supone el desarrollo
46:53de atávicos comportamientos. Muchos de ellos desconocidos para nosotros. Estrategias reproductivas
47:00que no dejan de maravillarnos por sus sutiles detalles. Y sobre todo, por el sacrificio y determinación
47:08son de estas pequeñas pero tenaces madres, capaces de ejecutar sus propios patrones instintivos
47:14generación tras generación. Madres cuya única razón de existir es garantizar la supervivencia
47:22de sus hijos. El éxito de sus efímeras vidas depende de ello.
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