Hoy vivimos en una desestabilidad ecológica por la explotación desmesurada de recursos naturales renovables y no renovables, donde la producción alimentaria genera más del 30% de los gases de efecto invernadero y consumen más del 70% de agua para consumo humano, el cambio de uso de suelo a suelos agrícolas y ganaderos han reducido las áreas verdes de captura de carbono que son los bosques, las selvas y todo ecosistema natural, favoreciendo el calentamiento global, sumado a todo tipo de residuos sólidos contaminantes del suelo, de cuerpos de agua y como subpartículas en el aire.
Aprende más de este tema con Araceli Ortíz Polo, investigadora de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo.