#Sinapsis | Entre 1800 y 1950, en México existió una tradición para despedir a los niños fallecidos con música, danza y fandangos. Se creía que los pequeños se convertían en angelitos, por lo que su partida debía celebrarse con alegría. Esta práctica refleja la profunda relación entre muerte, cultura y simbolismo en nuestra historia.
Aprende más de este tema con Ricardo Campos Castro, investigador de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, reconocida por el Sistema Nacional de Investigadores (SNI).