Alfonso Rojo: "El cohete de Yolanda, el violador apoyado por Sánchez y las idioteces de la Justicia"
  • hace 7 meses
Antes de hablarles de los marcianos, quiero reflexionar sobre dos asuntos - distintos, dispares pero igual de indignantes- que me tienen estupefacto.

Uno es que, en aplicación de la ley del ‘sólo sí es sí’ de Sánchez y Montero, el Tribunal Supremo acaba de poner en la calle a un violador condenado a 15 años de cárcel, por violar dos veces a una mujer, a la que dejó embarazada, contagió de hepatitis C y obligó a abortar.

La guinda es que el tipo solicitará una indemnización, alegando que estuvo más tiempo en prisión del previsto en la norma.

Ese facineroso hay que apuntarlo en la cuenta del jefe del PSOE

El otro tema es también de aurora boreal.

Un jurado popular, que debe tener el cerebro de un mosquito y el sentido común de una almeja, ha declarado culpable y condenado a casi 4 años de cárcel a Pablo Rigo, el hombre de 83 años que mató de un disparo a uno de los cuatro ladrones que asaltaron su domicilio en Mallorca.

Tres meses antes del cartuchazo letal, los maleantes, entre los que hay dos colombianos y un marroquí, ya habían atracado el domicilio.

En esa primera fechoría, los encapuchados amarraron a sendas sillas a Rigo y a su mujer y a palo limpio les obligaron a abrir la caja fuerte.

Y ahora vamos con los marcianos o mejor dicho, con las marcianas.

Supongo que están al tanto de que Yolanda Díaz, vicepresidenta de Sánchez y masajista de Puigdemont, ha denunciado que "las personas inmensamente ricas tienen cohetes para escapar de la Tierra”, cuando esto reviente.

Aunque en la actualidad no veo televisión ni en peligro de muerte, hace treinta años si lo hacía y al escuchar a ‘Lady Cohete’ me acordé de Carlos Jesús, aquel profeta friki que aseguraba venir del planeta Ratikulín.

Que la jefa de los comunistas españoles, la número dos de la Coalición Frankenstein y responsable de la cartera de Trabajo crea que los grandes millonarios ya se están comprando cápsulas interespaciales, para  para huir del Planeta y colonizar galaxias lejanas, es bochornoso.

No sirve de eximente que la susodicha pase demasiadas horas con la cabeza metida en el secador de la peluquería, como dice Alfonso Guerra.

Díaz soltó esa inmensa memez en un acto de Sumar, para defender las políticas públicas ecologistas y poner como ejemplo la gestión del Gobierno Sánchez.

Coincidirán conmigo en que el cúmulo de insensateces y tonterías con la marca de la teñida vicepresidenta da para llenar una constelación y que lo tremendo es que no está sola en la estulticia, porque los tontos de la izquierda van en cuadrilla.

Y gastando a manos llenas, gracias a nuestros impuestos.

Llegados a este punto y para el vuelo no se gallináceo y pensando en todo lo que nos estamos jugando a estas horas en el Congreso de los Diputados, sólo se me ocurre apelar a la Biblia y recordar aquello de:

“Padre -si puedes-, aparta de mi éste cáliz”.
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