Si el Caso Lozoya-Ancira ya le abrió la puerta al presidente Andrés Manuel López Obrador para ir con todo contra la corrupción, es hora de destapar la alcantarilla desde donde se saqueó a Pemex. Investigar las operaciones y las finanzas de la filial Pemex Internacional es obligado. No hay duda de que descubrirán una de las grandes ordeñas de la paraestatal gestadas hace 30 años para que particulares lucraran con el patrimonio de la Nación