El gobierno de la 4T tiene que entender que el problema de Pemex es la baja productividad y sacudir la polilla sindical para eficientar la producción. Pero sobre todo reconocer que a falta de recursos propios, el capital privado –nacional y extranjero- es no solo necesario sino indispensable para sacar al buey petrolero de la barranca. ¿Podremos hacer un esfuerzo extra y en tiempo?