33 naciones se convirtieron en estados miembros fundadores de la organización internacional para la mediación. El nacimiento de este organismo se debe a la tendencia global hacia la resolución pacífica de conflictos. Además refieren que la comunidad internacional "nunca ha estado tan dispuesta a resolver las disputas de forma pacífica", presentando la institución como respuesta a lo que los países realmente reclaman: «"no una arena de poder, sino una plataforma de diálogo que trascienda la mentalidad de suma cero". La nueva organización busca complementar y mejorar los mecanismos existentes de resolución de disputas internacionales, ofreciendo mayor flexibilidad, comodidad, menores costes y una aplicación más eficaz.