Unos sencillos hábitos, incorporados a tu vida diaria, pueden ayudarte a mejorar tu estado emocional y aumentar tu satisfacción con la vida. 1. Entra en ‘la zona’ Busca experiencias que absorban por completo tu atención, como completar un proyecto desafiante o disfrutar de una afición. Este estado de inmersión, conocido como «flujo», se asocia a una mayor sensación de alegría y plenitud. 2. Practica actos de bondad al azar Realiza pequeños actos de bondad, como pagar el peaje de un coche que circula detrás tuya o ayudar a un vecino. Estos actos fomentan un sentimiento de generosidad e interconexión. 3. Cultiva tus relaciones Dedica tiempo de calidad a su pareja, hijos o amigos. Fortalecer y alimentar relaciones importantes puede elevar tu nivel de felicidad más que las posesiones materiales o el estatus social. 4. Expresa gratitud Dedica tiempo a reflexionar sobre las cosas por las que estás agradecido, ya sea escribiendo en un diario o compartiéndolas con alguien cercano. Expresar gratitud con regularidad le ayuda a centrarse en lo positivo y a apreciar su buena suerte. 5. Celebra las buenas noticias Comparte tus logros: cuando tú o alguien cercano consiga algo, celébralo con entusiasmo. Disfrutar y compartir estos momentos de éxito refuerza las conexiones sociales y aumenta su sensación de bienestar y felicidad.