Los perros son nuestros fieles compañeros, pero a veces podemos hacer cosas que les molestan sin querer.
Descubre qué hábitos comunes les molestan y cómo evitarlos
Usar más las palabras que el lenguaje corporal: Los perros entienden mejor los gestos que las palabras, por lo que evitar dar órdenes verbales contradictorias con tus movimientos es clave para no confundirles. Abrazarles fuerte: Para los humanos es un gesto de afecto, pero para los perros puede resultar invasivo; mejor optar por caricias o interacciones que respeten su espacio. Darles palmaditas en la cabeza: Darles palmaditas suaves en la cabeza es un gesto inoportuno. Es mejor acariciarle en el lomo o el vientre, zonas mucho más agradables. Mirarle fijamente a los ojos: El contacto visual directo y prolongado puede interpretarse como una amenaza, es mejor acercarse con calma y evitar mirarle fijamente. Vivir sin normas: Los perros necesitan rutinas y límites claros, un entorno organizado les ayuda a sentirse más serenos y seguros. Obligarles a relacionarse con otros perros: no todos los perros se gustan y obligarles a pasar tiempo con sus "enemigos" puede aumentar el estrés y la agresividad. Sacarlos sólo para que hagan sus necesidades: para los perros, pasear es un momento de exploración y estimulación mental; déles tiempo para olisquear y cambie de ruta de vez en cuando. Llevar la correa demasiado tensa: Una correa suave transmite calma y seguridad, mientras que una tensa puede agitar a su compañero canino.