Los perros testarudos pueden ser un gran desafío, ya que suelen ser más quejicas y difíciles de controlar para los dueños sin experiencia. Si quieres evitar conflictos y prefieres no lidiar con este tipo de perros, aquí te presentamos cinco razas que deberías evitar:. Akita: Son perros especiales, ya que, si bien son muy leales, también son muy testarudos durante el adiestramiento y necesitan estimulación constante. Husky siberiano: Tienen una mentalidad de manada y, si se creen el líder, pueden enfadarse si no se hacen las cosas a su manera. Perro salchicha: Son muy atractivos por su aspecto adorable, pero pueden volverse destructivos si no se les estimula constantemente. Dálmata: También necesitan estímulos constantes, ya que están acostumbrados a trabajar y, si no se les da la atención suficiente, pueden aburrirse. Bulldog británico: Tienen un carácter dulce y afectuoso, pero también fuerte y difícil de domar.