Alfonso Rojo: “En la orgía de Tito Berni no hay diputados inocentes, lo diga Patxi o Carlos Herrera"
  • el año pasado
Todo lo que se les ha ocurrido a los ‘gurús’ de La Moncloa, para intentar salvar al PSOE de la quema en el escándalo ‘Tito Berni’ es que ir a cenar no es delito.
Esa endeble consigna se la han comprado hasta algunos periodistas de postín, como el gran Carlos Herrera.
Efectivamente; ponerse como el Quico de solomillo, blinis de caviar y whisky, incluso con un corrupto, no es delito, como tampoco lo es irse de putas o meterse por la nariz rayas de cocaína.
Pero si es reprobable, vituperable e incluso punible hacerlo en pleno confinamiento, cuando el Gobierno al que respaldas impedía a españoles de a pie asistir al entierro de sus seres queridos y prohibía las reuniones de más de 8 ciudadanos.
Les dije hace unos días que les facilitaríamos los nombres y las caras de los diputados socialistas que participaban en las francachelas del ‘Tito Berni’ y hoy publicamos ya algunos, porque diga lo que
diga nuestro admirado Herrera, en el pringoso affaire ‘Mediador’ no hay inocentes.
Unos trincaron a manos llenas, otros se dejaron agasajar con meretrices de catalogo y droga dura y el resto se prestó a actuar de figurantes, para que su compañero de escaño, el diputado socialista Juan Bernardo Fuentes Curbelo, engatusara a los empresarios y les sacara la pasta.
Fueron, en el mejor de los casos, el atrezo imprescindible para que los penitentes dieran por seguro que, de la orgía que financiaban, saldrían onerosos contratos con autonomías, ayuntamientos, instituciones y ministerios controlados por el PSOE y pingües fondos europeos.
En el timo de la ‘estampita’, el tonto con la bolsa de supuestos billetes también delinque y es condenado como cooperador necesario en la estafa.
Hay nervios en el Gobierno socialcomunista, porque a la hemorragia de votantes que esta provocando el disparate del 'solo sí es sí’, se viene a sumar ahora el desastre ‘Tito Berni’.
Y este tipo de asuntos, por su cutrez, su simplicidad y morbo calan a fondo en la ciudadanía.
Que una gran empresa como Ferrovial, decida irse de España, alegando que con Sánchez y sus compinches no hay seguridad jurídica, es gravísima para la imagen del país y su economía, pero al personal le cuesta entenderlo.
Lo del follar y que lo hagan una panda de políticos a cuenta tuya, lo entiende todo el mundo.
Y cabrea.
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