Alfonso Rojo: “Tito Berni ponía Viagra, Coca y pilinguis, pero la tapadera la aportan Batet y Patxi”
  • el año pasado
¿Para qué sirven los despachos del Congreso?
La respuesta razonable es que sirven para que los diputados elegidos en las urnas preparen sus intervenciones, estudien las propuestas de Ley y organicen su trabajo.
Eso es lo que cualquier alma cándida diría, pero te fijas un poco, te acuerdas del socialista Fuentes Curbelo, alias ‘Tito Berni’, y la respuesta es muy diferente: sirven para hacer dinero.
A espuertas y sin pegar un palo al agua.
La ignominia no es de ahora.
Ni siquiera el entorno, con señoritas de vida alegre y políticos en calzoncillos, es novedoso.
En la historia del PSOE hay antecedentes a porrón y entre ellos destaca el de Roldán, aquel director general de la Benemérita que mangó hasta los fondos de los huérfanos de la Guardia Civil.
Los ‘Roldán’ de antes y los ‘Berni’ de ahora son un fenómeno común en la política socialista española.
Coinciden hasta en la sórdida estética. Lo novedoso, al menos para mi, es el comportamiento del entorno, lo que están haciendo personajes como Meritxell Batet o Patxi López.
Tito Berni podía haber recolectado los sobres de billetes en una esquina de la Gran Vía o en una gasolinera de carretera, pero para qué arriesgarse a pillar un catarro a la intemperie, cuando tenía a su disposición un despacho calentito en la Carrera de San Jerónimo.
El problema, que el malandrín no fue capaz de prever, es que las visitas de los penitentes con la pasta quedaban obligatoriamente registradas a la entrada.
Lo lógico es que estas horas todos supiéramos quién y cuándo visitaba al diputado socialista, pero no lo sabemos, porque la señora Batet ha permitido destruir el registro.
Sobre ese pringoso trasiego de personal se ha echado el mismo manto de silencio, que ha tirado el garrulo Patxi López sobre los diputados del Grupo Socialista que frecuentaban las comilonas del Ramses y las orgías posteriores.
Las tropelías, perpetradas para auxiliar a Berni y tapar la culpa del PSOE, claman al cielo y no se limitan al registro.
Primero permitieron al tipo quedarse con el teléfono móvil y el iPad asignados por la Cámara y reclamados en vano por el juez.
Después se retrasó un mes la entrada de los investigadores de la policía al despacho del interfecto.
Es obsceno.
Tito Berni ponía las pastillas de Viagra, las rayas de Coca y las pilinguis de folleto, pero la tapadera la aportan Batet, Patxi y el PSOE.
Supongo que a estas horas y escuchando semejantes cosas, muchos de ustedes estarán echando humo.
Pue anímense, entiendan que no podemos seguir en la pelea si ustedes no se suman a la lucha.
Asuman que tienen que difundir por tierra mar y aire vídeos como este y los artículos de Periodista Digital.
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