Alfonso Rojo: “Lo más decente que puede hacer Feijóo es negarle hasta el agua a Sánchez, el socio de Txapote”
  • el año pasado
Yolanda Díaz retira la medalla al mérito en el trabajo a… Francisco Franco, fallecido en una cama del Hospital de La Paz hace 47 años.
Yolanda, esa vicepresidenta que gasta en peluquería, vestuario y maquillaje cinco veces mas de lo que necesita al mes una familia española para comida y electricidad, adornó su ‘heroicidad’ soltando un sollozo.
Es ridículo, casi tanto como la pifia de Pedro Sánchez en su reciente viaje a África, cuando en Kenia creía estar en Senegal, pero hoy no estamos para coñas.
Alberto Núñez Feijóo ha suspendido las negociaciones para renovar el Consejo General del Poder Judicial, tras enterarse, por teléfono y por boca de Sánchez, de que el PSOE rebajará el delito de sedición, para facilitar a sus socios separatistas el próximo golpe contra la unidad de España.
Por lo visto, el acuerdo sobre el Consejo General estaba a punto y este puente iban a anunciar el reparto de vocales y firmar un papel comprometiéndose a despolitizar la Justicia, pero el cacareo en el Congreso de Chiquí Montero, portavoz del PSOE, puso los pelos de punta a Feijóo.
Sorprende un poco que un tipo con la experiencia del líder del PP se caiga del guindo a estas alturas.
Me cuesta creer que Feijóo y su entorno no fueran conscientes de que con el socio del etarra Txapote, con el amigo del golpista Junqueras, con el tipo que no podría dormir con Iglesias en Moncloa, con quien no pactaría jamás con Bildu, no se puede ir ni a heredar.
Poner punto final al pasteleo era la única decisión decente que Feijóo podía tomar en estas circunstancias, porque no se puede pactar la renovación de los órganos constitucionales con quien maniobra para derribar el muro legal que sirve de dique de contención frente a los separatistas intentan subvertir el orden constitucional.
Ni política ni moralmente puede llegarse a acuerdo alguno con un presidente del Gobierno infame que, para perpetuarse en el poder, da patente de corso a los enemigos de España.

El PP debe seguir bloqueando el asalto de Sánchez al Tribunal Constitucional, mediante la fórmula de no renovar el CGPJ.
Y centrarse en ganar las elecciones, a ver si acaba de una vez esta pesadilla.
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