The song of the shirt (La canción de la camisa) [1908]
- hace 3 años
Dos hermanas viven solas, sin familia. Una está gravemente enferma; la otra tiene la carga de mantener a ambas. Como era común en 1908, las mujeres de clase baja no tenían educación y pocas habilidades. Una máquina de coser indica que alguien en el hogar es capaz de trabajar como costurera.
La hermana sana busca trabajo en una fábrica de camisas que se dedica a cultivar el trabajo para "contratistas independientes", a menudo mujeres inmigrantes pobres, que viven en casa con niños que mantener pero sin marido para trabajar, cogen las telas y trabajan en casa, cosen las prendas, las devuelven a la empresa y se les paga por pieza.
La hermana ruega a los supervisores que le den trabajo y se le pide que espere afuera en el pasillo.
Mientras la hermana espera en el pasillo una respuesta sobre el empleo, se ve a la hermana enferma sola en casa).
Finaliza la espera y ella está esperando que el capataz le prepare la tela para comenzar a confeccionar las prendas. Mientras él lo hace, junta las manos y mira hacia arriba como dando gracias en silenciosa oración.
Trabaja con las telas, pero encuentra dificultad para concentrarse debido a la condición, aparentemente en deterioro, de su hermana enferma.
El capataz de la empresa considera que su trabajo no es aceptable y recupera el material y, con él, sus perspectivas de mantenerse a sí misma y a su hermana gravemente enferma.
Desesperada, la hermana regresa a la fábrica de camisas y le ruega al gerente de la planta que le dé su trabajo. Este hace caso omiso de sus ruegos y la echa su oficina sin contemplaciones.
El gerente de la fábrica cena con amigas adineradas en un excelente restaurante; la hermana atiende a su hermana ahora moribunda.
El gerente de la fábrica continúa su velada con amigos en un jolgorio de borrachos, mientras la joven mira impotente como su hermana muere.
La hermana sana busca trabajo en una fábrica de camisas que se dedica a cultivar el trabajo para "contratistas independientes", a menudo mujeres inmigrantes pobres, que viven en casa con niños que mantener pero sin marido para trabajar, cogen las telas y trabajan en casa, cosen las prendas, las devuelven a la empresa y se les paga por pieza.
La hermana ruega a los supervisores que le den trabajo y se le pide que espere afuera en el pasillo.
Mientras la hermana espera en el pasillo una respuesta sobre el empleo, se ve a la hermana enferma sola en casa).
Finaliza la espera y ella está esperando que el capataz le prepare la tela para comenzar a confeccionar las prendas. Mientras él lo hace, junta las manos y mira hacia arriba como dando gracias en silenciosa oración.
Trabaja con las telas, pero encuentra dificultad para concentrarse debido a la condición, aparentemente en deterioro, de su hermana enferma.
El capataz de la empresa considera que su trabajo no es aceptable y recupera el material y, con él, sus perspectivas de mantenerse a sí misma y a su hermana gravemente enferma.
Desesperada, la hermana regresa a la fábrica de camisas y le ruega al gerente de la planta que le dé su trabajo. Este hace caso omiso de sus ruegos y la echa su oficina sin contemplaciones.
El gerente de la fábrica cena con amigas adineradas en un excelente restaurante; la hermana atiende a su hermana ahora moribunda.
El gerente de la fábrica continúa su velada con amigos en un jolgorio de borrachos, mientras la joven mira impotente como su hermana muere.