Pero es que para cada situación que protagoniza de manera directa o indirecta Pedro Sánchez siempre hay un vídeo en hemeroteca que le deja retratado.
Porque la noticia saltó en el mediodía del 29 de julio de 2025.
Y es que el fiscal general del Estado tendrá que sentarse en el banquillo de los acusados en el Tribunal Supremo por un delito de revelación de secretos en torno a la figura de Alberto González Amador, pareja actual de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid.
Las primeras pesquisas sobre Álvaro García Ortiz y el análisis de sus terminales electrónicos no dio con los mensajes que probasen su papel en la filtración a los medios de comunicación sobre el empresario, algo que le valió a Pedro Sánchez para salir como un descosido en diciembre de 2024 y largar lo siguiente:
¿Quién va a pedir perdón al fiscal general del Estado, quién lo va a hacer? Horas y horas de tertulias, ríos de tinta en los medios de comunicación conservadores diciendo que el fiscal general tenía que dimitir y resulta que hoy en el informe de la Guardia Civil se dice que no hay ningún mensaje que pruebe esa acusación tan grave que han hecho medios de comunicación y partidos políticos de la oposición nada más y nada menos que a la reputación del fiscal general. Hay mucha gente que ha hecho graves acusaciones. Se comprueba que no hay ningún mensaje. Ahora se dice: los mensajes se borraron. Elevemos el debate público y exijamos a los que acusaron sin pruebas que pidan disculpas y que asuman su responsabilidad.