Alfonso Rojo: “Si apretamos y PP y VOX se dejan de gilipolleces, echamos a Pedro Sánchez en 2024”
  • hace 4 meses
Como estamos en época de cordialidad y buenas intenciones y se que muchos de ustedes han pedido a los Reyes Magos que este año, aunque sea a finales, se lleven a Pedro Sánchez y su cuadrilla de maleantes, a ser posible esposados y con traje de rayas, voy a revelarles hoy mi pronóstico más optimista para 2024.
Hay varios escenarios posibles, pero el menos calamitoso, el preferible, el más saludable para la mayoría de los españoles concluye -como es lógico- con el nefasto jefe del PSOE saliendo en carrera de La Moncloa.
Para ello, tienen que darse durante los próximos meses varias circunstancias.
Una de ellas, crucial, es que los jueces pongan pie en pared y dejen claro con sentencias reiteradas que nadie, por poderoso que sea, está por encima de la Ley.
¿Por qué es eso tan esencial?
Muy simple.
Los separatistas van a exigir a Sánchez, además de la amnistía ilegal, un referéndum que no cabe en la Constitución.
No creo que el Tribunal Supremo trague. El Gobierno Frankenstein, retorciendo la norma y las palabras, les dirá que la amnistía está en camino y les ofrecerá una consulta light, con un nombre confuso y preguntas brumosas sobre identidad, autogobierno o algo parecido.
Cuando Puigdemont y los golpistas, que están muy crecidos, constaten que Sánchez no se les puede dar lo que realmente ansían, pegaran una patada al tablero.
Por lógica y pensando en la autonómicas catalanas, de cuyo resultado dependen la colocación de parientes, los chiringuitos, los los sueldos públicos, los coches oficiales y las mordidas, Junqueras secundará al todavía fugado, para no ser menos.
Aunque Pablo Iglesias está a forrarse y ya le ha buscado acomodo en Bruselas a Irene Montero, no hay que descartar que le amargue un poco la existencia a Sánchez, en venganza por las perrerías que Yolanda hace a Podemos.
A eso se suma, complicando todo, que el 6 de junio tenemos elecciones europeas y que si VOX y PP no hacen muchas gilipolleces en los cinco meses que faltan, el palo que se llevarán socialistas y compinches puede ser antológico.
Bruselas, con un Europarlamento dominado ampliamente por los centroderechistas, obligará al Gobierno socialcomunista español a iniciar un ajuste contable y no tolerará que se consume el dislate de la persecución a los jueces y el desguace del estado de derecho.
Allá por el otoño, Sánchez se verá forzado a convocar elecciones anticipadas.
Ya sabemos que para los ‘progres’, para la gente de izquierdas, la política es como ser hincha de un equipo de fútbol y que les dan igual la realidad y las tropelías que hagan los políticos, si son los suyos.
No hay que confiar por tanto en trasferencias masivas de votos, pero hay un desgaste evidente y parece improbable que PSOE y Sumar vuelvan a reunir los 10,8 millones de papeletas que juntaron el pasado 23-J.
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