1. Pon la leche condensada en un recipiente amplio y caliéntala en el microondas durante 30 segundos para calentarla.
2. Tamiza el cacao en polvo con la leche condensada tibia y mezcla bien.
(Yo lo dividí en dos partes para que se mezclara bien).
3. Cubre el recipiente con film transparente y la masa encima, golpea el suelo varias veces para aplanar la parte superior, tapa y refrigera durante al menos una hora.
(Es difícil separar el film del chocolate, así que recomiendo espolvorear cacao en polvo sobre el film y verter el chocolate encima).
4. Retira el chocolate endurecido del recipiente y colócalo sobre una tabla de cortar espolvoreada con cacao en polvo. Retira el chocolate del film transparente mientras espolvoreas el cacao en polvo.
5. Corta el chocolate con un cuchillo y dale forma suavemente con las manos. (En este punto, el chocolate está tan blando que puede mancharte las manos, así que tócalo con cacao en polvo extra).
6. Colócalo en el recipiente que desees y termina con otra capa de cacao en polvo.