El esperado juicio oral por el caso Operación Fisher, que debía arrancar el pasado 26 de mayo, ha sido oficialmente reprogramado para el 5 de abril de 2027, generando preocupación en el Ministerio Público, que lo califica como “un golpe a la justicia”. La causa, que involucra a una red vinculada al Clan del Golfo, fue aplazada inicialmente debido a la ausencia de algunos abogados y otras situaciones que impidieron su apertura en la fecha prevista. Como medida correctiva, el Ministerio Público solicitó un aplazamiento de 10 días para garantizar el derecho a la defensa de todos los imputados. Sin embargo, el panorama volvió a complicarse: este lunes, día en que debía iniciarse finalmente el juicio, dos abogados renunciaron a sus poderes, dejando a sus representados sin defensa técnica. Ante esta situación, el Ministerio Público solicitó una ruptura procesal, es decir, que las personas sin defensor fueran juzgadas en otro momento. Pero el tribunal rechazó esta solicitud, argumentando que no se puede proceder en ausencia de defensa legal. Como resultado, se exploró el calendario judicial y se determinó que no había espacio disponible en lo que resta de 2025 ni durante 2026, por lo que el juicio fue finalmente agendado para abril de 2027.