Alfonso Rojo: "PSOE quita el cartel que Llorón Sánchez ya encontró a los culpables y somos nosotros"
  • hace 10 meses
Es grotesco.
Anda Pedro Sánchez de gira por los platós de radio y televisión y en cuanto le plantan un micrófono delante musita llorón que lo suyo, los cinco años de Gobierno Frankenstein, han sido un calvario.
No por culpa de sus socios antiespañoles, que le forzaron a indultar golpistas o de sus amigos etarras, a los que cedió hasta la gestión de la infame Ley de Memoria Histórica.
Ni siquiera de Irene Montero y la ‘Banda de la Tarta, empeñadas en promover el sexo entre los niños, el cambio súbito de genero, la santificación de la rata y la rebaja de penas a violadores.
Lo que le ha quitado el sueño, amargado la existencia e impedido que la gente le ovacione por las calles, en lugar de gritarle ‘¡qué te vote Txapote’, es una turbia conjura de periodistas y empresarios.
Y que la verdadera oposición no son el PP y VOX, sino Ana Rosa, Alsina, Herrera, Vallés, Inda, Losantos y algún osado como nosotros.
Escuchando esa memez, los Wyoming, Évole, Brezos, Barceló y paniaguados de la ‘Brunete Pedrete’ asienten con cara de oveja.
¡Manda huevos!…
Ninguna sociedad democrática puede florecer sin un periodismo libre, independiente y plural y esto lo han defendido a capa y espada desde Víctor Hugo a John Kennedy, pasando por Albert Camus, Winston Churchill o la Madre Teresa de Calcuta.
Pues en los 47 años, 7 meses, y 6 días transcurridos desde que murió el general Franco, en la cama del Hospital de La Paz que él mismo había ordenado construir e inaugurado, ningún Gobierno español ha acumulado tanto respaldo mediático, bancario y empresarial como el engendro de 22 ministros montado por Sánchez, con apoyo de los zarrapastrosos de Podemos, los tarados de Bildu, los peseteros del PNV, los sediciosos catalanes y algún otro.
La nefasta consecuencia del control que ejerce Sánchez sobre los medios públicos y los concertados, que son todas esas cadenas de televisión y periodistas que doblan la cerviz para recibir publicidad y subvenciones, es que es que no habido durante los pasados cinco años en España un ‘cuarto poder’ digno de ese nombre.
Por eso, en vísperas electorales, han desaparecido de los titulares el Tito Bernie y su recua de diputados socialistas puteros y cocainómanos.
Por eso no hace olas el trato privilegiado que se da los estafadores de los EREs andaluces.
Por eso no se habla en los informativos de los terroristas de las listas electorales, del marido de Oltra abusador de menores, de las cacicadas de la Fiscal Delgado, de las tropelías de Marlaska, de los enchufes de amiguetes, del despilfarro oficial y de tantas mamonadas.
Por eso, la extraviada Maria Guardiola monta una pajarraca contra VOX en Extremadura y olvida que los asesinos de Miguel Ángel Blanco, Luis Portero o Fernando Múgica son colegas del PSOE en las instituciones.
Por eso ni TVE, ni RNE, ni LaSexta, ni El País y compinches preguntarán nunca que pilló Mohamed VI en el móvil de Sánchez.
No sigo para no calentarme, pero ya les digo que en esta batalla estamos cuatro el del tambor.
Pe
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