Alfonso Rojo: “Lo de ‘Sumar’ es la misma mierda de Podemos, aunque cambien algunas de las moscas”
  • el año pasado
Es un poco ordinario, casi de cuarto de baño, pero no se me ocurre una frase más adecuada para describir que es eso de ‘Sumar’, a lo que tanto aire le están dando las cadenas de televisión adictas al régimen sanchista:

“Es la misma mi***a que Podemos, aunque han cambiado algunas de las moscas”.

Se trata de reproducir lo que Iglesias, Monedero, Errejón y Bescansa montaron en 2014, ya sin pretensiones hegemónicas o ambición revolucionaria alguna, para servir de muleta al PSOE de Sánchez en las elecciones generales de finales de año.

El plan ha sido diseñado en La Moncloa y es muy simple:

Reunir bajo una misma marca a todos los partidos y grupúsculos que pululan en ese espacio alocado que existe a la izquierda del PSOE.

Todo en torno a la figura de Yolanda Díaz, que es -con más ducha, mucho tinte, sonrisa ‘Profidén’ y look ‘Hello Kitty’- la versión 2023 de Pablo Iglesias.
Con una meta: que lo de ‘Sumar’ sea tercera fuerza, desplace a VOX a la cuarta y la ley D’Hondt obre el milagro de que PP y VOX no lleguen juntos a la mayoría absoluta, para reeditar un Gobierno Frankenstein, con proetarras, golpistas, nacionalistas vascos, independentistas catalanes y resto de zarrapastrosos periféricos.

Y la pregunta que nos hacemos es si Pedro Sánchez, que es quien maneja los hilos, se saldrá o no con la suya.

Albergo mis dudas y les voy a explicar por qué.

Aunque las encuestas del cocinero Tezanos aseguren que Yolanda Díaz es la política española más valorada, tengo la impresión de que la paisana genera bastante desconfianza en el personal.

Solo tiene detrás a los sindicalistas ‘comegambas’ de Comisiones Obreras.

Para colmo, es demasiado artificial. Todo a su alrededor es impostado, desde las mechas a los achuchones, pasando por el tono de voz o los discursos.

Creo que al final, Yolanda meterá en sus listas a la ‘Banda de la Tarta’, porque entre ellos no hay un problema de ideas, conceptos, principios o proyectos.

Todo es cuestión de sillones, sueldos, cargos y privilegios y de cómo se los reparten.

Tal como pintan las cosas, la ultraizquierda no sacará más del 12% en próximas elecciones y con esos resultados no habrá puestos oficiales para todos.

Y ya se sabe: cuando hay menos caballos que indios, los indios se pelean por los caballos.

Concluyendo: lo de Yolanda no le funcionará a Sánchez.

Entre otras razones, porque el PSOE va cuesta abajo y seguirá perdiendo votos.
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