Alfonso Rojo: “Ni crisis PSOE-Podemos en el Gobierno Sánchez ni leches en vinagre”
  • hace 2 años
Que nadie se confunda. No hagan caso de las pavadas que sueltan los tertulianos del pesebre televisivo.
Ni profunda crisis en el Gobierno Sánchez, ni probabilidad alguna de que rompan PSOE y Podemos.
Todo es fuego de artificio, porque la coalición entre socialistas y comunistas es indestructible.
Se basa en el interés, en el reparto de sillones, en los sueldos, en los coches oficiales y en los despachos con sillón de cuero.
Y eso, como el Falcón, los viajes gratis, los restaurantes de lujo, los chalets y las piscinas, une mucho.
Yolanda Díaz necesita protagonismo y por eso gesticula, pero ni a ella, ni a Irene Montero, ni a Ione Belarra, ni al triste Alberto Garzón, se les pasa por la cabeza divorciarse de Pedro Sánchez.
No se han han visto en otra como esta, ni han tenido nunca un padrino tan comprensivo.
Eso lo tiene claro Sánchez, que no tirará por la borda a esta panda de zarrapastrosos hasta la víspera de las próximas elecciones generales, cuando intentará remontar en las encuestas, postulándose como un ‘moderado’, que salva a España de los comunistas y pide el voto a los pardillos para no verse obligado a abrazarse otra vez a los proetarras vascos y a los golpistas catalanes. Alguno picará y sino al tiempo.
Para entender la vomitiva naturaleza del Gobierno Frankenstein basta volver a echar un vistazo a la excursión a Estados Unidos, que acaba de hacer, a cuenta nuestra, la consorte de Pablo Iglesias con la pandilla de la tarta.
Solo el Falcón del Ejército del Aire, que estuvo en vuelo 17 horas y consumió 22.000 litros de combustible, costó al erario público la friolera de 22.000 euros.
Ignoro, porque seguro que ya lo han declarado ‘secreto oficial’, cuanto nos han supuesto las comidas, los hoteles, los guardaespaldas y otras fruslerías, pero si conozco los sueldos que cobran las protagonistas de los selfies en Times Square y van de los 70.000 a los 120.000 euros. Limpios de polvo y paja.
No está nada mal teniendo en cuenta su escuálida experiencia profesional y lo que ganaban las tipas antes de aliarse con Sánchez.
Es algo que sabe muy bien el líder del PSOE y por eso no se toma demasiado en serio ni a las catetas podemitas, ni a su ansiosa vicepresidenta comunista.
Hay que echarlos en las próximas elecciones, porque como dependa de ellos, no estos no salen de los despachos ni con disolvente.
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