Alfonso Rojo: “Ayuso enseña a Feijóo que la mejor defensa, ante Sánchez, es siempre un buen ataque”
  • hace 2 años
Hay varias cosas que me han sorprendido siempre del centroderecha español y en concreto del Partido Popular, que hasta la irrupción de VOX era el único partido en ese espacio político.

La primera y más lacerante es su tendencia a rehuir el debate en temas clave.
Siempre ha alardeado el PP de capacidad de gestión, pero ha huido como un conejo y reiteradamente de asuntos como el relato histórico, el lenguaje, los valores o la comunicación.

Y te encuentras con paradojas como que el PSOE, heredero directo de la Guerra Civil, la organización de los asesinos de Calvo Sotelo, la banda que regentó 50 checas en el Madrid de la tortura, el de las matanzas de presos, se permita el lujo de usar como un martillo contra el PP el espanto de 1936.

Todavía más chusco es que los socialistas, los que se gastaban en putas y cocaína el dinero europeo destinado a los parados, los de Roldán el saqueador de la Guardia Civil, los de los EREs andaluces y actuales socios de la pringosa Mónica Oltra, se permitan tildar sistemáticamente de corruptos a los populares y que estos, en lugar de replicar y poner datos sobre la mesa, se encojan acongojados.

Son hábitos difíciles de cambiar, porque a diferencia del PSOE y sus secuaces que, en cuanto pueden, entran a saco en los medios de comunicación y usan sin decoro la mezcla de represión y prebendas para domesticar a periodistas, en medios públicos y privados, los populares no controlan RTVE ni cuando están en el gobierno.

Pero no hay mal que 100 años dure.

Lo estamos viendo en Madrid y de la mano, como no, de Isabel Díaz Ayuso, quien, a ojos de buena parte de los españoles, se ha transformado en la verdadera oposición a Sánchez y su banda.

En lugar de ponerse a llorar y achicarse asustada, ante el intento descarado de endosarle culpabilidades por los 50.000 euros que su hermano recibió de comisión por un contrato de mascarillas en tiempos de pandemia, se ha lanzado a la ofensiva y llevado a los tribunales los suntuosos y turbios negocios hechos por el marido de la vicepresidenta Calviño y las sospechosas y millonarias subvenciones recibidas por los padres de Sánchez.

La Comunidad de Madrid ha denunciado ambos casos ante la Fiscalía Anticorrupción, que ahora abrirá una investigación para determinar si hubo prevaricación, tráfico de influencias y malversación.
Tal como funciona la Justicia en España, es muy probable que la Fiscalía dirigida por Dolores Delgado, la novia del prevaricador Garzón, la que se burlaba de Marlaska llamándole ‘maricón’ en sus comilonas con Villarejo, frene todo, pero Ayuso ya ha conseguido su objetivo.

Retratar a esta panda de mentirosos y enseñarle al PP de Feijóo que la mejor defensa, siempre es un buen ataque.
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