La primera en la frente.

Seguro que han leído o escuchado que la Guardia Civil ha atrapado a una banda de facinerosos, que se dedicaba a asaltar a familias de refugiados ucranianos en las áreas de descanso de las autovías españolas.

Quizá sepan hasta la edad y las iniciales del jefe de los ladrones, pero seguro que ignoran que el canalla y sus compinches son marroquíes.

Y tampoco sabrán, porque esos detalles los ocultan siempre las cadenas de televisión y los grandes periódicos nacionales, que los miserables ya están en libertad, porque los jueces entienden que sus fechorías se limitan a un hurto al descuido y que unos desventurados que huyen de la guerra se queden sin dinero, móviles, ropa y documentos no es tan grave, como para sacar de la circulación a sus verdugos.

La segunda en la boca y a propósito del sopapo que Will Smith le endiñó al cómico Chris Rock durante la Gala de los Oscar.

El asunto, en mi opinión menor, ha cobrado relevancia mundial y hasta desplazado de los titulares y portadas a la tragedia de Ucrania.
Y siempre en tono condenatorio y aderezado con sesudas y ridículas reflexiones sobre la violencia.

Creo que hasta la Academia del Cine ha anunciado que abre una investigación.

Supongo yo que, para determinar el autor de la bofetada y su intensidad, datos que cualquiera con dos dedos de frente, que haya visto la escena, tiene meridianamente claros.

Vaya por delante que a mi lo de Will Smith me parece estupendo y que incluso lo hubiera aprobado si, en lugar de un guantazo, hubiera atizado al presentador que ofendió y humilló a su mujer, un puñetazo con todas las de la ley.

Y ahora las preguntas: ¿Imaginan lo que estarían publicando los periodistas, comentando los tertulianos y explicando las ministras, ministros y menestres del Gobierno Sánchez si en lugar de un negro, el abofeteador hubiera sido un actor blanco como Bruce Willis? ¿O si el abofeteado, además hubiera sido gay?

No quiero ni pensarlo.

Y ahora la tercera que, como en lo de persignarse, se hace en el pecho. Filtran desde el PP, que Feijóo apoyará el plan, sobre la gasolina, los alquileres y el empleo, que presento Sánchez arropado por unos cuantos millonarios del IBEX, si el líder del PSOE baja impuestos.

No sean majaderos señores del PP, porque por ese camino no van a ganar las elecciones generales y meter a su candidato en La Moncloa hasta 2050.

Con un tipo como Sánchez, aliado de los proetarras vascos, compadre de los golpistas catalanes y socio de los zarrapastrosos chavistas de Podemos, no se puede ir ni a recoger billetes de 50 euros.