Llenar el depósito de gasolina le cuesta hoy a usted la friolera de 100 euros, de los que la Agencia Tributaria se embolsa casi la mitad.

Ayer, en una de esas cadenas de televisión que tienen cautivas, y tras el preceptivo masaje que le administró García Ferreras, el socialista Sánchez dijo que la rebaja fiscal que le exigen el PP, VOX, los autónomos y sectores económicos como el del transporte, parcialmente en paro desde el lunes, no se aprobará hasta el 29 de marzo.

Con lo que miente este tipo, puede que no haya rebaja, ni nada digno de ese nombre, pero en el mejor de los casos nos quedan a los ciudadanos españoles 15 días de calvario y al PSOE y Podemos, 15 días de rapiña, para seguir alimentando sus chiringuitos, chupetines, enchufes, sueldos y amiguetes

Dos semanas para que nos sigan vaciando el bolsillo, mientras ellos se ponen morados. Literalmente.

Hoy andan los medios de comunicación revueltos con China, porque Estados Unidos ha amenazado a las autoridades de Pekín con represalias, si los chinos optan por apoyar a Vladimir Putin.

Ese ‘si’ condicional de la Administración Biden me parece de coña, porque China esta respaldando sin tapujos al antiguo teniente coronel de la comunista KGB, que manda ahora en el Kremlin.

El presidente chino fue informado con antelación por Putin de sus intenciones en Ucrania, y lo único que pidió Xi Xinping fue que la invasión de Ucrania no comenzase antes de la conclusión de los Juegos Olímpicos de Invierno, para que no le deslucieran el festejo deportivo.

Después, en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, se limitó a abstenerse en las resoluciones de condena.

Y basta ver cómo se están moviendo los chinos para darse cuenta de que, en esta tragedia, Pekín es cualquier cosa menos neutral.

Lo que más le interesa es que el conflicto bélico siga su curso, porque eso debilita a Occidente, pone en cuestión el liderazgo planetario de Estados Unidos y abre enormes oportunidades de negocio.