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El tiempo se agota y la incertidumbre pesa como una losa sobre las cerca de 200 familias que residen en el conocido hotel okupado de la calle Lola Flores, en el distrito de San Blas-Canillejas. A menos de un mes del 30 de junio, fecha límite fijada de manera verbal para un desalojo pactado, no existe ningún documento firmado que garantice las condiciones del acuerdo.

Durante los últimos meses, los residentes —en su mayoría familias vulnerables con menores a cargo— han mantenido negociaciones informales con los tres nuevos propietarios del complejo: Unicaja, un fondo irlandés y la firma Copérnico.

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Transcripción
00:00Música
00:01Como muchas familias que tenemos niños tratamos de vivir lo mejor posible
00:28Yo tengo mi luz, tengo mi agua dentro de mi casa, a mis hijos no les falta alimento
00:32Sí que el lugar no es el mejor ni el apropiado, pero es lo que nos toca
00:36Ya que somos inmigrantes y muchos de nosotros no tenemos documentos
00:40¿Y tus hijos están espalorizados?
00:42Todos estamos espalorizados, no tengo padrón, pero sí tuve la ayuda de la educadora
00:47De absentismo que me ayudó con el padrón momentáneo para lo del colegio
00:58Gracias por ver el video

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