Pablo Leguizamón, periodista y fotógrafo, comparte la historia detrás de su icónica fotografía del Papa Francisco cuando era arzobispo de Buenos Aires. Capturada en el año 2008 durante un viaje en el histórico Subte A, esta imagen ha cobrado relevancia con el tiempo, especialmente tras la elección del Papa y su reciente fallecimiento. Leguizamón relata cómo logró capturar este momento único con una cámara rudimentaria y las dificultades que enfrentó para seguir al entonces arzobispo en su inesperado trayecto subterráneo.