La justicia investiga el crimen de Soledad Machuca, hallada sin vida en su domicilio. La querella destaca avances en la causa y apunta a indicios de premeditación. “El cuerpo de Sol habló”. El 25 de febrero, Soledad Machuca, de 35 años, fue hallada sin vida en su vivienda del barrio Nosiglia, en Posadas, Misiones. En un primer momento, el caso fue caratulado como "muerte dudosa". Sin embargo, los resultados preliminares de la autopsia y las pericias realizadas en el inmueble llevaron al juez de Instrucción N°3, Fernando Verón, a modificar la figura penal a femicidio y ordenar la detención de su pareja, un suboficial de la Policía de Misiones de 37 años. El ahora imputado declaró que su pareja se habría desvanecido repentinamente, cayendo al suelo y golpeándose la cabeza. Argumentó que en los días previos ambos habían regresado de unas vacaciones en Brasil, donde Soledad habría contraído un virus que le causaba malestares. No obstante, la autopsia determinó que la causa de muerte fue un traumatismo craneal con signos compatibles con agresiones previas. El expediente judicial se amplió con pruebas clave: pericias en dispositivos electrónicos y testimonios que evidencian indicios de premeditación. La Secretaría de Investigaciones Complejas (SAIC) accedió a conversaciones del celular del imputado que revelan una búsqueda en internet sobre “la deshidratación genera desmayos” y “penas previstas para el femicidio” en días previos al hecho.