Alfonso Rojo: “Al ‘burro’ progre hay que darle el pienso que le gusta”

  • hace 9 meses
Al ver los estrambóticos resultados de las elecciones del 23J, pensé inicialmente que íbamos a una repetición de las elecciones generales.
Que allá por Navidades, volveríamos a las urnas.
Ahora, enfilando la segunda mitad de agosto y con los políticos panza al sol y la ciudadanía todavía de vacaciones, creo que el socialista Sánchez se las arreglará para ensamblar una versión todavía más putrefacta de la Coalición Frankenstein y que en el otoño seguirá ‘okupando’ la Moncloa.
Voy a dejar para otro día como deberían plantear PP y VOX la oposición, caso de consumarse la calamidad, pero quiero adelantarles una idea, una propuesta que en su día hice públicamente al Ayuntamiento de Madrid y que no ha tenido el mínimo éxito.
Lo hago porque, aunque sigue en el aire quién presidirá el próximo Gobierno de España, el Ejecutivo en funciones, el PSOE y sus comparsas no pierden ni un segundo en alentar el guerracivilismo.
Preparan para la ‘reentre’ una nueva entrega del ‘show’, con TVE, LaSexta, RNE, Cadena SER, El País y los tertulianos amarrados al ‘pesebre sanchista’, lagrimeando a cuenta de las exhumaciones de huesos en el Valle de los Caídos.
Mi tesis, mi consejo al siempre acomplejado centroderecha español, es que si el PSOE y sus socios comunistas, golpistas y filoetarras quieren memoria histórica, hay darles memoria histórica.
Desde Periodista Digital consideramos imprescindible que el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid incluyan en sus circuitos turísticos uno por los lugares donde estuvieron enclavadas las ‘chekas’, en las que se torturó y masacró a más de 5.000 ciudadanos entre 1936 y 1939.

Como una tournée por las 345 chekas que estuvieron operativas en la capital de España e incluso una gira solo por las 47 que gestionó directamente el PSOE, sería muy larga y hasta tediosa, proponemos que el circuito se limite a las más emblemáticas.

En el caso del Círculo de Bellas Artes y dado que al estar en número 42 de la calle Alcalá tendrá muchas visitas de extranjeros, no haría falta exponer los hierros candentes, las cadenas o las tenazas para arrancar uñas que usaban para martirizar a los detenidos, pero sería muy educativa una placa en la fachada, en español, inglés, francés, alemán y chino, detallando que en ese edificio se torturó, antes de ejecutarlos, a cientos desventurados, cuyo delito a menudo había sido ir a misa los domingos o tener un título universitario.
Hasta que el rojerío ‘racionalizó’ la carnicería, con fusilamientos masivos como el de Paracuellos, la ‘ratio’ de atormentados por los chequistas fue de veinticinco al día. 
Ni les cuento que rulos y que textos se podrían poner en el Tajo de Ronda, el Cementerio de Aravaca, el Cristo del Pardo y miles de pueblos españoles.
Todo en aras de ese Ley de Memoria Democrática, que Sánchez, Yolanda, Bolaños, Francina, Otegi, Rufián, Puigdemont y secuaces planean reactivar para censurar a medios como este y si pueden, de paso, además de multarnos, encerrarnos unos días.
Sé que nuestra iniciativ

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