Alfonso Rojo: “Desvergüenza de ‘El Pais’, caradura Sánchez, amigos etarras y ministros retráctiles”
  • hace 11 meses
Lo del periodismo español en tiempos de Sánchez es de vergüenza ajena.
He perpetrado esta mañana el nefando pecado de echar un vistazo a ‘El País’, la biblia del progre, el diario que en tiempos pretéritos marcaba línea al PSOE y que desde unos años y a medida que crecen sus millonarias deudas, baila sumiso al son que toca La Moncloa.
Les parecerá mentira, pero en la portada no había rastro de esa infamia que es el que Bildu, socio preferente de Sánchez, presente como candidatos en las elecciones del 28-M a 44 terroristas de ETA, incluidos 7 condenados por asesinato.
Entre las 9 noticas de primera página, aparecía la de que Escrivá -ese ministro que debe de tener al lado de casa una oficina del INEM que funciona, como Calviño tenía un supermercado donde bajaban los precios de los alimentos y que ayer mintió como un bellaco gritando histérico que no hace falta cita previa- ofrecerá incentivos extra para ser atendido en la atascada Seguridad Social.
También y con grandes caracteres, la mentira de que el Gobierno PSOE-Podemos aprobará un rescate para los agricultores arruinados por la sequía, pero de los matarifes etarras en las listas de los amigos de Sánchez, ni rastro.
Ni en portada ni dentro e imagino que algo similar hablar ocurrido en TVE, Cadena SER, LaSexta y resto de subvencionadas terminales mediáticas del sanchismo.
La consigna oficial emitida por La Moncloa era terminante: de ese espanto no se habla.
Y los subalternos la están cumpliendo a rajatabla.
El espectáculo del ministro retractil, del que huye como alma en pena cuando oye la palabra Bildu, es para partirse la caja.
La de Hacienda, la siempre locuaz Chiqui Montero, fingió un encontronazo casual con Yolanda Díaz para zafarse de la pregunta sobre el partido del terrorista Otegi.
La portavoz Isabel Rodríguez tenía que ir con prisa al cuarto de baño. Teresa Ribera, titular de Transición Ecológica, no llegaba.
La de Educación, Pilar Alegría, se lo hacía encima y el bocacazas Patxi Lopez, aquel del que la madre del asesinado Pagaza dijo que haría cosas que nos helarían la sangre, respondió que no le gustaba.
Supongo que no le gusta que le pregunten por el vomitivo y permanente pasteleo del PSOE con los carniceros de un montón de dirigentes socialistas.
Lo mismo que su jefe, que fiel a su estilo se fue por los cerros de Ubeda.
Confían estos caraduras en la proverbial memoria de pez del ciudadano español y que dentro de unas horas la gente ande ya en otra cosa, pero quedan apenas dos semanas para unas elecciones municipales y autonómicas claves y yo confío en que a la hora de la verdad los españoles se acerquen a la urna con una idea clara:
Sánchez… ¡qué te vote Txapote!
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