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00:00Miércoles, 23 de julio, las emociones alcanzan un nuevo punto de ebullición.
00:07Mientras la salud de Rafaela mejora milagrosamente gracias al doctor Guillén,
00:12Catalina y Adriano deciden enfrentarse al varón sin miedo.
00:17Pero la paz es breve. Enora descubre que el corazón de Manuel aún le pertenece a Yana.
00:22Santos destapa viejas heridas familiares y el misterio de la desaparición de Samuel empieza a desvelar oscuros presagios.
00:30Sin embargo, los verdaderos giros vienen de dos mujeres decididas a cambiar su destino.
00:36Ángela se niega a quedarse al margen y se lanza de lleno a investigar los negocios turbios del capitán de la mata junto a Curro,
00:43mientras Leocadia recibe una propuesta tan peligrosa como seductora de parte de Lorenzo.
00:50¿Hasta dónde están dispuestas a llegar? ¿Y qué consecuencias tendrá cada decisión?
00:54¿Te atreves a descubrir el plan que podría cambiarlo todo? Este miércoles, la promesa no te dejará parpadear.
01:04El sol del miércoles 23 de julio se alzaba sobre la promesa con una dualidad casi hiriente.
01:11Para algunos, sus rayos dorados prometían un nuevo comienzo, una esperanza renacida tras la oscuridad.
01:17Para otros, no hacían más que proyectar sombras más largas y afiladas, augurios de una tormenta que se negaba a pasar.
01:26En los pasillos de la gran finca, en sus salones opulentos y en los humildes recovecos del servicio,
01:34la vida bulía con una mezcla de alivio, tensión y secretos a punto de estallar.
01:40En la habitación que se había convertido en un santuario de angustia, el aire, por primera vez en días, había perdido su densidad plomiza.
01:48La pequeña Rafaela dormía, pero su sueño ya no era la antesala febril de la muerte, sino el descanso reparador de la vida que se aferra.
02:00El doctor Guillén, un hombre cuya apariencia modesta escondía una voluntad de hierro y un conocimiento profundo,
02:07recogía sus instrumentos con el cuidado de un artesano que ha completado su obra maestra.
02:11Sus manos, manchadas por el combate contra la enfermedad, se movían con una calma que contrastaba con la frenética energía desplegada durante las últimas 48 horas.
02:24Catalina lo observaba desde el umbral, con el corazón latiéndole a un ritmo casi normal.
02:31A su lado, Adriano, con la espalda recta pero los hombros todavía cargados por el peso de la culpa y el miedo, no apartaba la vista de su hija.
02:41El silencio en la estancia solo era roto por la respiración acompasada de la niña y el suave tintineo del metal en el maletín del doctor.
02:50Ha sido un milagro, doctor.
02:52Susurró Catalina, su voz todavía ronca por el llanto y la falta de sueño.
02:58No, no ha sido un milagro, ha sido usted.
03:01El doctor Guillén levantó la vista, y sus ojos cansados brillaron con una modesta satisfacción.
03:06El mérito es de la pequeña, señora, es una luchadora, yo solo le he dado las herramientas para que su propio cuerpo ganara la batalla.
03:17La combinación de antipiréticos y el nuevo suero que hemos probado ha funcionado mejor de lo esperado.
03:24La fiebre ha remitido por completo y sus pulmones están más despejados.
03:28Ahora necesita reposo, una nutrición suave y mucho, mucho cariño.
03:33Adriano se acercó a la cama y posó con una delicadeza infinita a la yema de sus dedos en la frente de su hija.
03:43Estaba fresca.
03:44La normalidad de esa temperatura, algo tan simple y a la vez tan anhelado, fue como un bálsamo que le recorrió el alma.
03:53Una lágrima solitaria se deslizó por su mejilla.
03:56Una lágrima de puro y abrumador alivio.
03:58No sé cómo podremos pagarle jamás lo que ha hecho por nosotros, doctor Guillén, dijo Adriano, su voz quebrada por la emoción contenida.
04:10La mejor paga es verla así, respondió el médico, cerrando su maletín con un clic definitivo.
04:18Vendré a verla mañana por la mañana, pero salvo una recaída imprevista, que no contemplo, lo peor ha pasado.
04:24Ahora, si me disculpan, les corresponde a ustedes, la medicina ha hecho su parte, el amor hará el resto.
04:34Catalina acompañó al doctor hasta la puerta, abrumada por una gratitud que las palabras no podían expresar.
04:42Le estrechó la mano con fuerza, transmitiéndole en ese gesto todo el respeto y la admiración que sentía.
04:48Cuando la puerta se cerró, se apoyó contra la madera y cerró los ojos, aspirando profundamente.
04:58El olor a enfermedad estaba siendo reemplazado por el aroma a esperanza.
05:02Regresó junto a Adriano, que seguía velando el sueño de Rafaela.
05:05Se sentó a su lado en el borde de la cama, y por primera vez en días, se permitieron un instante de paz compartida.
05:16Sus manos se encontraron sobre el edredón, entrelazándose con una necesidad renovada.
05:21Se ha acabado, Adriano.
05:25Murmuró Catalina.
05:26La pesadilla ha terminado.
05:28Él asintió, pero su mirada tenía un brillo nuevo, uno que iba más allá del alivio.
05:35Era acero.
05:36La pesadilla de la enfermedad, sí, pero no la que la provocó.
05:40No la que nos ha tenido con el alma en un puño mientras ese monstruo se paseaba por ahí, creyéndose impune.
05:48Catalina supo exactamente a quién se refería.
05:51El varón de Valladares, la amenaza que había pendido sobre ellos, la presión que los había debilitado y distraído.
05:59El miedo que les había infundido casi les cuesta lo más preciado que tenían.
06:03Tienes razón, dijo ella, y su voz, antes frágil, ahora resonaba con una firmeza que sorprendió incluso a sí misma.
06:13Mientras Rafaela luchaba por su vida, yo solo podía pensar en una cosa, que nunca más.
06:18Nunca más permitiré que nadie nos haga sentir tan vulnerables, nunca más dejaremos que un hombre como él nos intimide hasta arrinconarnos.
06:27Adriano se giró para mirarla, y en los ojos de su esposa vio reflejada su propia determinación.
06:34La fragilidad había sido quemada en el fuego de la adversidad, y en su lugar había surgido una aleación de coraje y furia.
06:43Me quitó las tierras, me humilló, me amenazó, recitó Adriano, como una letanía de agravios.
06:51Soporté todo eso pensando que así os protegía a ti y a la niña.
06:57¡Qué iluso! La única forma de proteger a nuestra familia no es agachando la cabeza, sino cortando de raíz la mano que pretende golpearnos.
07:05¿Qué propones? Preguntó Catalina, su mente ya trabajando, buscando estrategias, evaluando riesgos.
07:16El miedo no había desaparecido, pero ahora estaba supeditado a la acción. Propongo que dejemos de jugar a la defensiva.
07:23Propongo que le devolvamos el golpe, no con sus mismas armas, no con la violencia bruta.
07:32Somos más inteligentes que él, vamos a buscar sus debilidades, Catalina.
07:37Todo hombre poderoso tiene un talón de Aquiles.
07:41Negocios turbios, enemigos ocultos, secretos inconfesables.
07:45Y el varón, con su arrogancia, debe tenerlos a docenas.
07:49¿Y cómo lo haremos? No tenemos acceso a su mundo, pero conocemos a gente que sí.
07:56Tu hermano Manuel, con sus contactos en la aviación y en la alta sociedad.
08:02Curro, que está investigando al capitán de la mata.
08:05Y seguro que sus asuntos se entrelazan con los del varón.
08:10Incluso Lorenzo, puede que sea un cínico, pero odia al varón tanto como nosotros.
08:17El enemigo de mi enemigo.
08:19Se miraron el uno al otro, la decisión sellada en ese cruce de miradas.
08:25Ya no eran las víctimas acorraladas.
08:27Eran supervivientes.
08:29Y los supervivientes, a veces, son los más peligrosos, porque ya han perdido el miedo a perderlo todo.
08:36Se levantaron y salieron de la habitación, dejando a la pequeña Rafaela durmiendo plácidamente,
08:42sin saber que su frágil vida había encendido en sus padres una hoguera de rebelión.
08:46La calma había vuelto a su hogar, sí, pero era la calma tensa que precede a la batalla.
08:53Y esta vez, Catalina y Adriano no esperarían a ser atacados.
08:59Ellos serían los que avanzaran primero.
09:03A varios cientos de metros de allí, en el taller que olía a aceite, metal y sueños,
09:08la atmósfera era radicalmente distinta.
09:10El zumbido de la preocupación había sido reemplazado por el tintineo de copas y el murmullo de la celebración.
09:20Manuel, Enora y Toño estaban de pie alrededor de la mesa de trabajo, sobre la que descansaba,
09:26no el motor completo, pero sí los planos finales y un prototipo a pequeña escala de una pieza clave que había sido el último escollo.
09:33Por el motor Victoria, exclamó Toño, levantando su copa de vino con una sonrisa que le partía la cara.
09:43Porque ruge como un león y porque nos hará ricos y famosos.
09:47Yo me conformo con que huele, replicó Manuel, sonriendo con genuina alegría por primera vez en mucho tiempo.
09:53Por el trabajo en equipo, por tus manos, Toño, y por tu mente, Enora.
10:00Sin vosotros, esto seguiría siendo un dibujo en una servilleta.
10:06Salud, dijo Enora, su acento francés añadiendo una nota de elegancia al rústico taller.
10:14Bebieron, y el vino, un tinto robusto traído de las bodegas de la promesa, supo a Gloria.
10:20El éxito era palpable.
10:24Habían superado todos los problemas de sobrecalentamiento, optimizado el consumo de combustible y logrado
10:29una relación peso-potencia que superaba a la de cualquier motor de la competencia.
10:35Era una pequeña maravilla de la ingeniería nacida de la colaboración improbable de un
10:39aristócrata soñador, un mecánico de pueblo con manos de oro y una ingeniera francesa adelantada
10:45a su tiempo.
10:46Y ahora, amigos míos, la pregunta del millón, dijo Manuel, dejando su copa y apoyándose en
10:54la mesa, con la mirada brillante de entusiasmo.
10:59¿Qué hacemos con él?
11:00¿Para qué construimos el avión que lo llevará?
11:03Toño se frotó las manos.
11:06Yo digo que algo rápido, un monoplaza de carreras.
11:09Imagínese, don Manuel, cruzar los Pirineos en un tiempo récord.
11:15Ganar la Copa Schneider.
11:17Seríamos la envidia de toda Europa.
11:19Las carreras son vistosas.
11:21Intervino en hora, con su tono siempre analítico.
11:26Pero el futuro, el verdadero negocio, está en el transporte.
11:30Un avión de carga pequeño y fiable.
11:32O mejor aún, uno para el correo aéreo.
11:37Conectar ciudades, reducir distancias.
11:40Eso es revolucionario.
11:42Manuel escuchaba, asintiendo, pero su mirada se había perdido por un instante.
11:47A través de la ventana abierta del taller, veía un trozo del cielo azul, inmenso y vacío.
11:53Y en ese azul, su mente no dibujaba aviones de carreras ni de carga.
12:00Dibujaba un rostro.
12:02El de Yana.
12:03Fue un instante, un parpadeo, pero no pasó desapercibido para en hora.
12:08Ella poseía una inteligencia que no era solo técnica, era profundamente humana.
12:14Había aprendido a leer los silencios de Manuel tanto como sus palabras.
12:18Había visto esa misma mirada perdida en otras ocasiones.
12:21Cuando hablaban de un futuro lejano.
12:24Cuando una canción melancólica sonaba en la radio.
12:27Cuando el sol se ponía tiñendo de nostalgia el paisaje.
12:31Un avión para explorar.
12:33Dijo Manuel, volviendo en sí, su voz con un matiz ligeramente distinto.
12:38Más suave, más soñador.
12:41Para llegar a donde nadie ha llegado.
12:43Para ser libres.
12:45Toño, ajeno a la corriente subterránea que acababa de fluir.
12:48Aplaudió la idea.
12:51Eso es, como los grandes aventureros.
12:54Don Manuel, el Lindbergh español.
12:56Ya lo veo en los periódicos.
12:59La conversación siguió por esos derroteros.
13:02Con Toño desbordando un entusiasmo infantil y Manuel intentando mantener el tono.
13:06Pero Enora permaneció en un segundo plano, observando.
13:11Observaba la forma en que Manuel sonreía.
13:14Una sonrisa que ya no llegaba del todo a sus ojos.
13:18Observaba el gesto inconsciente de su mano, que a veces se cerraba en un puño.
13:23Como si quisiera retener algo que se le escapaba.
13:25Más tarde, cuando Toño se fue a limpiar unas herramientas, canturreando sobre futuras glorias,
13:33Enora se acercó a Manuel.
13:36Él seguía de pie junto a la ventana, mirando el cielo que empezaba a teñirse de naranja.
13:41Es un buen hombre, Toño.
13:45Dijo ella suavemente, para romper el silencio.
13:48El mejor, confirmó Manuel sin volverse.
13:53Leal, trabajador y con un corazón que no le cabe en el pecho.
13:57Te admira.
13:58Cree en ti ciegamente.
14:01Intento estar a la altura.
14:03Respondió él.
14:04Hubo una pausa.
14:05El único sonido era el canto de los últimos pájaros del día.
14:08Enora se armó de valor.
14:12No quería herirle.
14:13Pero tampoco podía seguir ignorando la verdad que flotaba entre ellos.
14:17Tan real como el olor a metal del taller.
14:20Su relación era una de profundo respeto y camaradería profesional.
14:24Pero ella sentía que una parte de él siempre estaba ausente.
14:27En otro lugar, con otra persona.
14:31Manuel.
14:32Él se giró por fin.
14:34Y la luz del atardecer le daba en el rostro.
14:36Acentuando su aire melancólico.
14:38Sí, enora, hemos construido un motor para volar muy alto y muy lejos.
14:45Comenzó ella, eligiendo sus palabras con cuidado, como si fueran delicadas piezas de un mecanismo.
14:52Pero, me pregunto, si tú tuvieras ese avión ahora mismo, ¿a dónde irías realmente?
14:57No a explorar tierras desconocidas, no a batir récords.
15:01Tú, Manuel, ¿a dónde volaría tu corazón?
15:05La pregunta lo desarmó.
15:07No era una acusación.
15:08No había celos en su voz.
15:11Solo una ternura inmensa y una pizca de tristeza.
15:14Como si lamentara por él la existencia de esa jaula invisible.
15:20Manuel bajó la mirada.
15:21Enora, podría haberlo negado, podría haberse ofendido, podría haber cambiado de tema.
15:28Pero ante la sinceridad de Enora, solo podía responder con la misma moneda.
15:33Eres demasiado inteligente, Enora, murmuró, casi para sí mismo.
15:39No hay que ser muy inteligente para ver lo evidente.
15:42Replicó ella, y dio un paso más, acortando la distancia.
15:48Su mano se posó suavemente en su brazo.
15:51No tienes que decírmelo.
15:52Lo veo en tus ojos cada vez que miras al horizonte.
15:56No buscas un lugar.
15:58Buscas a una persona.
15:59Manuel levantó la vista y sus ojos se encontraron con los de ella.
16:05Sintió una extraña mezcla de vergüenza y alivio.
16:08Vergüenza por no poder entregarle a esa empresa común todo su ser.
16:12Y alivio por ser, finalmente, comprendido sin necesidad de confesión.
16:18Ella, comenzó, y la palabra se le atascó en la garganta.
16:22Su nombre es Yana.
16:24Enora asintió lentamente.
16:25No preguntó quién era, ni dónde estaba.
16:30No necesitaba los detalles.
16:31La esencia del asunto era suficiente.
16:35Yana, repitió, probando el nombre en sus labios.
16:39Suena, como un anhelo.
16:41Lo es, admitió Manuel, y en esa simple confesión se condensaban meses de lucha interna,
16:47de amor prohibido, de decisiones imposibles.
16:49Lo es todo, a veces creo que este motor, este afán por volar, no es más que una forma de escapar.
16:58O quizás, una forma de buscarla, no lo sé, es confuso.
17:03El corazón no entiende de planos ni de lógica.
17:05Manuel, dijo Enora con una media sonrisa melancólica.
17:08Funciona con su propia ingeniería, una mucho más compleja que la de nuestro motor.
17:16No te sientas culpable.
17:18La vida es esto, trabajar por un sueño mientras el alma sueña con otro.
17:23Se quedaron así un momento, en silencio, unidos por una comprensión que iba más allá de su proyecto.
17:29Enora retiró la mano, pero el gesto de consuelo y aceptación permaneció.
17:36Ella había visto la verdad no como un obstáculo para su trabajo,
17:39sino como una parte esencial del hombre con el que trabajaba.
17:44Lo aceptaba, y en esa aceptación, le regalaba a Manuel un espacio de paz.
17:49El brindis por el éxito del motor había terminado.
17:53Ahora comenzaba para Manuel el difícil reto de reconciliar el rugido de su creación
17:57con el silencioso latido de su corazón.
18:00Un corazón que, a pesar de todo, seguía perteneciendo a Yana.
18:06Mientras tanto, en las entrañas de la promesa,
18:09donde las jerarquías eran tan rígidas como los muros de piedra,
18:13otras verdades, más oscuras y dolorosas, luchaban por salir a la luz.
18:19En la bodega, entre barriles de vino y el olor a humedad y tiempo,
18:23Santos había acorralado a Ricardo.
18:25No era una confrontación física, sino emocional.
18:30Ricardo, el padre que había regresado de entre los muertos,
18:34intentaba reconstruir un vínculo con un hijo que era prácticamente un desconocido,
18:39un joven moldeado por años de ausencia y, como estaba descubriendo, por venenosas influencias.
18:44¿Por qué esa cara larga, muchacho?, le había preguntado Ricardo, intentando sonar casual.
18:53Deberíamos estar celebrando que las cosas parecen calmarse.
18:57Santos, que había estado moviendo una caja con una furia contenida, se detuvo y se giró.
19:02Su rostro joven estaba contraído por un rencor antiguo, ¿celebrar?, ¿celebrar qué?,
19:09¿que vivimos bajo el mismo techo que la mujer que ayudó a destrozar a nuestra familia?
19:13Ricardo suspiró, sabía a quién se refería.
19:18Pía a darre.
19:20Santos, ya hemos hablado de esto.
19:23Pía no tuvo la culpa de las decisiones que tomó tu madre.
19:27Ana, Ana era complicada.
19:30La palabra complicada fue como una cerilla arrojada a un reguero de pólvora.
19:35Santos soltó una risa amarga, carente de alegría.
19:38¿Complicada?, no, padre, no era complicada, era una maestra de la mentira, y yo fui su títere.
19:46¿Usted se hace una idea de lo que es eso?, saber que la persona que más quieres en el mundo,
19:51la que te ha criado, te ha utilizado como un arma.
19:55Se acercó a Ricardo, y en sus ojos había un dolor tan profundo que al padre se le encogió el corazón.
20:02Me llenó la cabeza de historias, me dijo que Pía era una arpía que le había robado todo.
20:09Que por su culpa habíamos perdido nuestra posición, nuestro honor, me hizo creer que usted la había abandonado por ella.
20:17Cada día, padre, cada día era una lección de odio.
20:21Pía esto, pía aquello.
20:23Me enseñó a despreciarla, a buscar la forma de hacerle daño para vengar a nuestra familia.
20:30Su voz se quebró, la coraza de cinismo que solía llevar se resquebrajó, revelando al niño herido que había debajo.
20:38Y yo me lo creí, claro que me lo creí, era mi madre, ¿cómo no iba a creerla?
20:43Hice cosas, dije cosas, de las que me avergonzaré toda mi vida.
20:48La traté como a un animal, y todo para complacerla, para que me mirara con orgullo y me dijera,
20:54bien hecho, hijo.
20:55Eres un buen hijo, Ricardo no sabía qué decir, se sentía culpable por su ausencia,
21:03por haber dejado a su hijo a merced de la retorcida visión del mundo de Ana.
21:06Hijo, yo, y lo peor de todo, le interrumpió Santos, sin poder contenerse.
21:14Lo peor es que, a pesar de saber la verdad, a pesar de saber que ella me manipuló, que me envenenó el alma.
21:20A veces, a veces todavía la extraño, y odio sentir eso, y entonces, veo a Pía, la veo pasearse por aquí,
21:30con su aire de superioridad, perdonada por todos.
21:34Y no puedo evitarlo, no puedo evitar que una parte de mí siga guardándole rencor.
21:38Confesó la última parte en un susurro cargado de vergüenza y rabia.
21:44Es ilógico, lo sé.
21:47La víctima de todo esto fue ella, no yo, pero el rencor que mi madre sembró en mí es como una mala hierba.
21:55Corto el tallo, pero la raíz sigue ahí, bajo tierra, esperando para volver a crecer.
22:02Odio a mi madre por lo que me hizo, pero sigo odiando a Pía porque mi madre me enseñó a hacerlo.
22:08Es una locura, estoy atrapado.
22:11Ricardo, por primera vez, vio la verdadera dimensión de la herida de su hijo.
22:18No era solo rebeldía juvenil, era una profunda confusión moral,
22:22un conflicto de lealtades que lo estaba consumiendo por dentro.
22:27Se acercó y, con un gesto torpe pero sincero, le puso una mano en el hombro.
22:32No estás atrapado, Santos.
22:34Estás herido, y las heridas tardan en sanar.
22:39Lo que sientes, esa rabia, ese rencor.
22:43Es el veneno de tu madre que aún corre por tus venas.
22:46Pero no tienes que luchar solo contra él.
22:50Estoy aquí, soy tu padre, déjame ayudarte a expulsarlo.
22:54Santos no se apartó, se quedó inmóvil, dejando que el peso de la mano de su padre se hundiera en él.
22:59No hubo lágrimas, solo un temblor casi imperceptible.
23:04En la penumbra de la bodega, un padre y un hijo se enfrentaban a los fantasmas de una mujer que,
23:10incluso desde la tumba, seguía proyectando su sombra sobre ellos.
23:15La confesión de Santos no había solucionado nada, pero había abierto una puerta.
23:20Y para Ricardo, esa puerta era la única esperanza de recuperar al hijo que apenas conocía.
23:25En otra parte de la casa, la preocupación tenía un nombre, Samuel.
23:32El joven ayuda de cámara, normalmente tan discreto y predecible como el tic-tac de un reloj, se había desvanecido.
23:40La primera en dar la voz de alarma fue María Fernández,
23:43cuya energía inagotable la llevaba a estar en todas partes y a enterarse de todo.
23:47—¿Pero nadie lo ha visto? —preguntaba, con la voz teñida de una creciente ansiedad,
23:54mientras ayudaba a Lope en la cocina.
23:58No estuvo en el desayuno del servicio, no ha recogido el uniforme del señorito Curro.
24:04Es como si se lo hubiera tragado la tierra.
24:07Lope, concentrado en un guiso, se encogió de hombros.
24:10—Quizás se encontró mal y está en su catre, o salió a hacer un recado temprano.
24:17—Ese chico es muy suyo, ya sabes.
24:20—No, Lope, no es eso.
24:22Insistió María Fernández, secándose las manos en el delantal con un gesto nervioso.
24:29Anoche estaba raro.
24:30Le pregunté qué le pasaba y me dio una respuesta evasiva.
24:34Tenía la mirada de un animal asustado.
24:36—Tengo un mal presentimiento.
24:39Su inquietud la llevó a buscar a la única persona que, aparte de ella,
24:43parecía tener algún tipo de conexión con el enigmático Samuel, Petra.
24:49La doncella personal de la marquesa era un muro de contención y disciplina,
24:53pero bajo esa fachada de hielo, María Fernández sabía que existía una extraña
24:58y protectora debilidad por el muchacho.
25:00La encontró en el pasillo del ala noble, supervisando la limpieza de la plata.
25:07—Petra, disculpa que te moleste.
25:11Petra la miró con su habitual aire de impaciencia.
25:14—Estoy ocupada, María.
25:16—¿Qué quieres?
25:18—Es Samuel.
25:19No aparece por ningún lado.
25:21Nadie lo ha visto desde anoche.
25:23La expresión de Petra cambió sutilmente.
25:25La impaciencia dio paso a una alarma helada, que intentó disimular sin éxito.
25:32Sus labios se apretaron en una línea fina.
25:36—¿Estás segura?
25:38Completamente.
25:38Su cama está hecha, pero como si no hubiera dormido en ella.
25:43Sus cosas están en orden.
25:45Demasiado en orden.
25:46No es normal.
25:47El temor que ambas compartían, aunque por razones distintas,
25:51creó un puente invisible entre ellas.
25:55—Petra, por el secreto que la unía al pasado del chico y su conexión con la fallecida Dolores.
26:02—María Fernández, por pura y simple empatía humana.
26:06Tenemos que buscarlo.
26:07Dijo Petra, su voz un susurro autoritario.
26:12Dejó el paño de pulir sobre la mesa con un golpe seco.
26:16Tú mira por los jardines y las caballerizas.
26:18Yo registraré las alas de la casa que no se usan.
26:23Y no digas nada a nadie.
26:25Lo último que necesitamos es que la marquesa se entere y se forme un escándalo.
26:29La búsqueda fue infructuosa y desesperante.
26:34Cada puerta abierta a una habitación vacía, cada rincón silencioso, aumentaba la tensión.
26:41El miedo a lo peor, a un accidente, a una huida desesperada o a algo mucho más siniestro,
26:47se instaló en sus estómagos.
26:48Fue en medio de esa búsqueda frenética cuando la tensión de Petra encontró un nuevo catalizador.
26:57Al doblar una esquina a toda prisa, casi choca con Cristóbal Ballesteros, el nuevo mayordomo.
27:04Un hombre cuya impecable educación y modales exquisitos eran tan afilados y fríos como el cristal.
27:09—¡Cuidado por dónde va, Petra! —dijo él, sin alzar la voz, pero con un tono de reproche que la hizo erizarse.
27:21—Lo siento, señor Ballesteros, estoy buscando a...
27:25Lo que esté haciendo puede esperar a que cumpla con sus obligaciones con la propiedad y el decoro debidos.
27:30La interrumpió él, su mirada recorriendo el pasillo con desaprobación.
27:34—Correr por los pasillos es impropio del servicio de una casa de este calibre.
27:41Genera una atmósfera de caos que no estoy dispuesto a tolerar.
27:45Petra, con los nervios a flor de piel por la desaparición de Samuel, sintió que la sangre le hervía en las venas.
27:53La pedantería de aquel hombre en un momento así le pareció una ofensa intolerable.
27:57—Con el debido respeto, señor Ballesteros, replicó, su voz cargada de un sarcasmo que no se molestó en ocultar.
28:08—Mientras usted se preocupa por la atmósfera y el decoro, un miembro de este servicio ha desaparecido.
28:15—¿Un muchacho, le parece eso lo suficientemente caótico para justificar mis prisas?
28:20—Cristóbal Ballesteros arqueó una ceja. Su rostro permaneció impasible. Una máscara de control absoluto.
28:30—La desaparición de una ayuda de cámara es, en efecto, un asunto que altera el orden.
28:35—Y como tal, debe ser gestionado a través de los canales adecuados y con la calma requerida.
28:42—Su histeria no ayudará a encontrarlo.
28:46—No, informe del asunto de manera formal, y yo tomaré las medidas oportunas.
28:52—Ahora, vuelva a sus quehaceres, y le ruego que module su tono.
28:56Se dio la vuelta y continuó su camino, dejando a Petra plantada en medio del pasillo, temblando de rabia e impotencia.
29:05Aquel hombre, con su rigidez y su falta de humanidad, era peor que un tirano.
29:10Un tirano al menos mostraba pasión.
29:12—Ballesteros era un vacío, un conjunto de reglas sin alma.
29:18Petra apretó los puños.
29:21—No solo temía por Samuel.
29:23Ahora también sentía un profundo recelo por el nuevo poder que se había instalado en la promesa.
29:28Un poder que valoraba más la apariencia de orden que la vida de las personas que lo mantenían.
29:34La búsqueda de Samuel continuaría, pero ahora teñida por una nueva capa de conflicto interno en la ya de por sí tensa vida del servicio.
29:43Lejos de allí, en la biblioteca, se libraba una batalla de voluntades muy diferente.
29:50Curro estaba inclinado sobre una pila de libros de cuentas y registros de propiedad,
29:55los oscuros negocios del capitán de la mata extendiéndose ante él como un mapa del infierno.
29:59El trabajo era arduo, frustrante y, sobre todo, solitario.
30:06O lo había sido hasta ese momento.
30:09Ángela entró en la biblioteca con la determinación grabada en el rostro.
30:13No pidió permiso.
30:14Simplemente cerró la puerta tras de sí y se plantó frente al escritorio.
30:20Curro, tenemos que hablar.
30:24Él levantó la vista, sorprendido y un poco molesto por la interrupción.
30:28Ángela, ahora no es un buen momento.
30:33Estoy hasta arriba con...
30:35Lo sé.
30:35Le cortó ella.
30:37Estás investigando a ese monstruo.
30:40Y quiero ayudarte.
30:42Curro dejó la pluma y se recostó en su silla, mirándola con una mezcla de afecto y exasperación.
30:47Ángela, aprecio el gesto, de verdad.
30:52Pero esto no es un juego.
30:54Es peligroso.
30:55La gente con la que trataba este hombre no se anda con chiquitas.
31:00¿Y crees que no lo sé?
31:02Replicó ella, su voz firme.
31:04¿Crees que después de todo lo que he pasado, después del escándalo, de las amenazas, del miedo,
31:10voy a quedarme de brazos cruzados mientras tú te juegas el cuello solo?
31:14Precisamente porque sé lo peligroso que es.
31:16No pienso dejarte solo en esto.
31:20Es por eso mismo que debes mantenerte al margen.
31:23Insistió Curro, levantándose.
31:27Para protegerte, no podría soportar que te pasara algo por mi culpa.
31:31Ya te he expuesto demasiado.
31:34Se acercaron, sus posturas reflejando el conflicto.
31:37Él, protector y temeroso por ella.
31:41Ella, resuelta y negándose a ser vista como una damisela en apuros,
31:45protegerme.
31:46Cuestionó Ángela, y su risa fue breve y amarga.
31:51Curro, mi vida ya está patas arriba.
31:54Mi reputación, si es que queda algo de ella, está por los suelos.
31:57No tengo nada que perder.
32:02Al contrario, ayudarte a desenmascarar a ese hombre, a hacer justicia.
32:07Es lo único que puede darme un propósito ahora mismo.
32:10Es mi forma de luchar, de recuperar el control.
32:14Curro la miró a los ojos y vio que no era un capricho.
32:17Vio una fuerza que no sabía que poseía.
32:19Una determinación forjada en el sufrimiento.
32:24¿Y qué podrías hacer?
32:25No tienes experiencia en estas cosas.
32:29Son papeles, números, nombres en clave.
32:32Puede que no sepa de contabilidad.
32:34Admitió ella.
32:35Pero sé de personas.
32:39Sé observar, sé escuchar.
32:41Puedo ir a sitios donde tú no puedes,
32:43hablar con gente que a ti no te diría nada.
32:45Las mujeres, Curro, somos invisibles para muchos hombres como el Capitán.
32:52Y en esa invisibilidad reside nuestro poder.
32:56Nadie sospechará de mí.
32:57Además, cuatro ojos ven más que dos.
33:00Mientras tú buscas en los libros, yo puedo buscar en la vida real.
33:05Sus argumentos eran sólidos, su lógica, impecable.
33:09Pero era su pasión lo que finalmente lo desarmó.
33:11La fiereza de su mirada, la convicción en su voz,
33:16se dio cuenta de que negarle su participación no era protegerla,
33:20sino subestimarla.
33:23Era tratarla como a un objeto frágil en lugar de la compañera fuerte en que se había convertido.
33:30Dudó un último instante,
33:32el miedo a exponerla luchando contra la admiración que sentía por su coraje.
33:35Si te pasara algo, comenzó, su voz apenas un susurro.
33:42No me pasará, le aseguró ella, y dio el paso final, tomando su mano.
33:49Porque nos cuidaremos el uno al otro, juntos, como siempre debimos haber hecho.
33:54El coraje de Ángela fue contagioso.
33:58Curro sintió como su propia determinación se renovaba, alimentada por la de ella.
34:02Ya no estaba solo en su cruzada.
34:07Asintió lentamente, una sonrisa cansada pero sincera dibujándose en su rostro.
34:14De acuerdo.
34:15Dijo, apretando su mano.
34:17Juntos.
34:18Extendió uno de los libros de cuentas sobre el escritorio.
34:23Entonces, compañera de investigación, empecemos por aquí.
34:27Este es un registro de envíos a un almacén en el puerto de Cádiz.
34:30El nombre del destinatario es falso, estoy seguro.
34:35Pero fíjate en las fechas.
34:37Ángela se inclinó a su lado.
34:39Su mente aguda y ahora enfocada, lista para sumergirse en el oscuro laberinto de secretos
34:44del Capitán de la Mata.
34:47El miedo no se había ido, pero ahora lo compartían.
34:50Y un miedo compartido es la mitad de un miedo.
34:54Juntos, eran más fuertes.
34:56La investigación había ganado una nueva y formidable aliada.
35:01Y mientras la esperanza, la intriga y el miedo tejían sus redes por toda la promesa,
35:06en los salones privados de la marquesa viuda, Leocadia, se gestaba el plan más inesperado
35:11de todos.
35:11La madre de Curro estaba en un estado de agitación perpetua.
35:17El escándalo de Ángela, aunque no la implicaba directamente, la había salpicado de forma
35:22intolerable.
35:25En los círculos sociales que frecuentaba, las miradas eran más inquisitivas, los susurros,
35:31más audibles.
35:31Su imagen, cuidadosamente construida durante décadas, se estaba resquebrajando.
35:39Se paseaba por su suntuoso salón, deteniéndose frente a un espejo de marco dorado para examinar
35:45su reflejo con ojo crítico.
35:48Veía las líneas de preocupación que amenazaban con convertirse en arrugas permanentes.
35:52La sociedad era un campo de batalla, y ella estaba perdiendo terreno.
35:59¡Maldita sea esa muchacha!
36:03Murmuraba para sí misma, arrastrando el buen nombre de mi hijo por el fango, y a mí con
36:08él.
36:10Fue en ese preciso momento de desesperación cuando Lorenzo, el cuñado de la marquesa,
36:15fue anunciado.
36:18Entró con su habitual aire de depredador elegante, una sonrisa irónica jugando a la
36:22en sus labios, como si pudiera oler la ansiedad en el aire.
36:28Leocadia, querida, te encuentro atribulada, esa frente fruncida no le hace justicia a tu
36:33belleza.
36:36Leocadia se giró, sin ganas de juegos ni galanterías.
36:40No estoy para tus cumplidos, Lorenzo.
36:44¿No lees los periódicos?
36:45¿No escuchas los rumores?
36:47Estoy en boca de todos.
36:48La suegra de la adúltera.
36:50La familia política del escándalo.
36:52Lorenzo se sirvió una copa de Jerez sin pedir permiso, moviéndose por el salón como
36:59si fuera suyo.
37:02Oh, lo sé todo, créeme.
37:04Y debo decir que es, entretenido, pero entiendo tu preocupación.
37:10La reputación es un bien muy frágil.
37:12Y el tuyo está, digamos, ligeramente devaluado.
37:17¿Ligeramente?
37:18Grazno Leocadia.
37:19Estoy acabada.
37:20Nadie querrá recibirme.
37:22Mis amistades me dan la espalda.
37:23Soy un paria.
37:26Lorenzo tomó un sorbo de Jerez y la miró por encima del borde de la copa, sus ojos brillando
37:31con una chispa de malicia y cálculo.
37:35No si juegas bien tus cartas.
37:37Leocadia lo miró con escepticismo.
37:39¿Qué quieres decir?
37:41¿Qué cartas me quedan por jugar?
37:42Lorenzo se acercó a ella, bajando la voz a un tono conspirador.
37:48Verás, Leocadia, en nuestro mundo hay algo que la gente teme más que un escándalo.
37:53El aburrimiento.
37:56Y hay algo que aman más que la virtud.
37:58Una buena historia.
38:00Tu problema no es el escándalo en sí, sino que eres la víctima pasiva de él.
38:06¿Necesitas cambiar la narrativa?
38:08¿Cambiar la narrativa?
38:09¿Qué galimatías estás diciendo ahora, Lorenzo?
38:12Habla claro.
38:14Él sonrió, saboreando el momento.
38:17Te ofrezco una solución.
38:19Un plan.
38:20Es poco convencional.
38:23Descabellado.
38:24Incluso, definitivamente, muy arriesgado.
38:27Pero si funciona, no solo limpiará tu imagen, sino que te colocará en el centro del escenario.
38:33No como una víctima, sino como una heroína trágica y fascinante.
38:36La curiosidad de Leocadia luchó contra su desconfianza.
38:41¿Un plan?
38:42¿Qué clase de plan?
38:45Lorenzo se inclinó un poco más.
38:47Su voz apenas un susurro.
38:49Un plan que requiere una actuación digna de las mejores actrices del país.
38:52Un plan que involucra un desmayo en público.
38:57Una revelación impactante y un enemigo común al que destruir.
39:03¿Un enemigo?
39:04Piensa, Leocadia.
39:06¿Quién se beneficia de este caos?
39:08¿Quién disfruta viendo a la familia Luján retorcerse?
39:11Hay varias opciones, pero una destaja por encima de todas.
39:14¿Alguien a quien la alta sociedad comenzaría a mirar con sospecha si tú, en un acto de
39:21aparente delirio y sufrimiento, dejaras caer una acusación velada pero terrible?
39:27Leocadia estaba estupefacta.
39:29Fascinada a su pesar por la audacia de la idea.
39:32¿Quieres que finja?
39:35¿Que finja un colapso y acuse a alguien?
39:37Eso es una locura.
39:39Podría salir terriblemente mal.
39:40Descabellado como arriesgado, te lo advertí, dijo Lorenzo, enderezándose y dando un paseo
39:48teatral por la habitación.
39:51Pero piénsalo, dejarías de ser la suegra de la adúltera para convertirte en la pobre
39:55Leocadia, cuya salud se ha quebrado por la tensión, pero que en su sufrimiento ha tenido
40:00una revelación sobre una oscura conspiración.
40:05La gente se olvidará de Ángela y Curro, y solo hablarán de ti y de tu misteriosa insinuación.
40:10Crearás un nuevo foco de atención, uno que tú controlas.
40:16El plan era demencial.
40:18Implicaba mentir, actuar, manipular a toda la sociedad.
40:23Era deshonesto y peligroso, pero también era brillante.
40:26Leocadia podía visualizarlo.
40:28La compasión en los ojos de sus antiguas amigas.
40:31La intriga, el poder de tener a todo el mundo pendiente de su siguiente palabra.
40:37La oportunidad de vengarse de sus enemigos y de recuperar su estatus de una sola vez.
40:44Lorenzo la observaba, sabiendo que el anzuelo estaba echado.
40:48No la presionó más, terminó su jerez y se dirigió a la puerta.
40:51Piénsalo, querida.
40:55La alternativa es marchitarte en este salón, leyendo las crónicas sociales que te destrozan día a día.
41:02Mi propuesta te ofrece una salida, y un espectáculo de primera.
41:06Tú decides si quieres ser un personaje secundario en la tragedia de otros o la protagonista de tu propia y magnífica ópera.
41:12Se fue, dejando a Leocadia sola con la propuesta vibrando en el aire.
41:18Era un pacto con el diablo, y el diablo, como siempre, tenía los argumentos más persuasivos.
41:26Miró su reflejo en el espejo de nuevo.
41:28Ya no veía solo a una mujer preocupada.
41:31Vio el potencial, la posibilidad.
41:35¿Se atrevería?
41:36La pregunta quedó flotando en el lujoso salón.
41:38Un presagio de la tormenta de engaños que estaba a punto de desatarse.
41:43Una tormenta nacida de la vanidad herida y la diabólica imaginación de Lorenzo.
41:49La jornada en la promesa, llena de pequeños y grandes dramas,
41:53aún no había terminado de revelar todas sus sorprendentes cartas.

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