Lo mágico del videojuego es que a veces nos topamos de auténticos portentos que parecen salir de la nada. Es el caso de Eriksholm: The Stolen Dream, un juego de sigilo que no nos extraña que exista, pero sí con el pulido y graficazos de los que saca pecho. Por fin hemos podido jugarlo y terminarlo, y hoy, en este análisis, os venimos a contar qué nos ha gustado y qué no de este título. Pequeño spoiler: tenemos mucho más positivo que negativo para comentar. Y es que Eriksholm, aunque pueda parecer un RPG de corte clásico o un clon de Commandos, es mucho más que eso. Es un juego con un apartado gráfico sorprendente, una jugabilidad exigente y un mundo original sobre el que gira su trama. Vamos, tiene todos los ingredientes para ser una de las grandes sorpresas de 2025.