Colombia sigue escribiendo su historia moderna bajo la sombra del conflicto armado. La violencia, el narcotráfico, la desigualdad y el desplazamiento forzoso no son solo heridas del pasado: son realidades que aún marcan el día a día de millones de colombianos. Grupos armados ilegales continúan operando en varios territorios, y aunque el presidente Gustavo Petro apostó desde 2022 por una "paz total", los resultados han sido dispares. A pesar de los intentos de negociación, la violencia no ha cedido. Según la defensoría del pueblo, solo en el primer semestre de 2025 se han registrado más de 90 eventos masivos de desplazamiento forzado. Las promesas de paz se enfrentan a una dura realidad: acuerdos frágiles, ofensivas de grupos criminales y comunidades atrapadas entre el fuego cruzado. Colombia quiere la paz, pero lograrla sigue siendo el desafío más urgente y complejo de su democracia.