La periodista y activista de derechos humanos de renombre mundial Anna Politkovskaya pasó de ser periodista de prensa escrita local a enfrentarse a los campos de exterminio chechenos y exponer la corrupción del Estado ruso bajo el gobierno de Vladimir Putin. Se negó a dejar de informar sobre la guerra en Chechenia a pesar de numerosos actos de intimidación y violencia, incluido el envenenamiento. Finalmente, fue asesinada en el ascensor de su bloque de pisos y aún se desconoce quién pagó el asesinato a sueldo.