La vida de un atleta de halterofilia no es sencilla, requiere entrega, disciplina y, sobre todo, sacrificio; el regio Jonathan David Ramos lo sabe y lo vive todos los días, pero también sabe que el camino difícil es el que lleva a los logros que realmente valen la pena. Su historia es una muestra de que, con fe, trabajo y corazón, los sueños más grandes se pueden alcanzar.