Álvaro Morata, capitán de la selección española y cuarto máximo goleador histórico con 37 tantos, ha sido duramente atacado en redes sociales tras fallar un penalti contra Portugal.
A pesar de sus logros, una parte del público lo ha señalado con memes, insultos e incluso amenazas de muerte, según denunció su mujer, Alice Campello.
Esta reacción pone en evidencia lo fácil que es convertir a un jugador en villano por un simple error.
Morata, como cualquier deportista, merece respeto, independientemente del resultado.
Las amenazas no solo son inaceptables, sino también un reflejo preocupante de la intolerancia en el deporte.