El FC Barcelona recibió una sonora pitada en San Mamés durante el pasillo de honor por su título de LaLiga.
Los silbidos, lejos de ser solo rivalidad, reflejan la tensión por el interés culé en Nico Williams, extremo del Athletic Club.
El club bilbaíno emitió un comunicado pidiendo a LaLiga revisar el ‘fair play’ financiero del Barça, cuestionando su capacidad para fichar.
Joan Laporta, desde la Koeman Cup, defendió la transparencia de las cuentas azulgranas, asegurando que cumplen las normas y están listos para pagar cláusulas si es necesario.
Sin nombrar a Williams, el presidente enfatizó la coordinación con el área deportiva y aprovechó para reconciliarse públicamente con Ronald Koeman, mostrando unidad.
El caso Nico Williams intensifica la rivalidad entre ambos clubes, con el joven talento en el centro de la polémica.