La tarde del 24 de mayo de 2025, los alrededores del Estadio Jalisco se transformaron en un carnaval aurinegro. Desde horas antes del silbatazo inicial, los aficionados de Leones Negros comenzaron a congregarse, creando un ambiente festivo lleno de música, porras y entusiasmo. Los puestos ambulantes ofrecían una variedad de mercancía alusiva al equipo: playeras, gorras y otras prendas que los seguidores se probaban con orgullo, preparándose para apoyar a su equipo en la gran final.