En la convención anual de AMCHAM, la cámara que nuclea a las empresas estadounidenses que trabajan en Argentina, el presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, fueron los encargados de dar los discursos de cierre. En el tiempo que transcurrió desde el inicio del evento, primera hora de la mañana, hasta el momento de la clausura del mismo, ocurrió todo lo relevante: el sector de las trasnacionalizadas estadounidenses, que históricamente responde a la línea política que se digita desde la Casa Blanca, le bajó línea política y económica al gobierno argentino. Una especie de menú de pasos de lo que debe hacer. A saber: reforma laboral, impositiva y, sobre todo, un pacto político de la Libertad Avanza con la derecha cuasi fenecida, el PRO, para evitar que el peronismo gane las elecciones bonaerenses de medio término. El resto de lo acontecido allí, cotillón, color y buen catering.