Ya había amenazado con la conformación de una lista de "barras bravas" a los que aplicaría derecho de admisión en las canchas, luego de la marcha de los hinchas de fútbol en apoyo a los jubilados, el 12 de marzo, que derivó en una brutal represión. Este lunes, Patricia Bullrich llevó su discurso anti tribunas al paroxismo y, como parte de su campaña publicitaria para exagerar un supuesto control de las calles, anunció que le entregará al gobierno de los Estados Unidos "la base de datos" del programa "Tribuna Segura" para que los allí señalados --unas 1500 personas, según los voceros de la ministra-- no puedan viajar al Mundial de Clubes de la FIFA que se celebrará en el país del norte.