La guerra comercial desatada por la administración Trump ha tenido repercusiones significativas a nivel global, generando un clima de incertidumbre que persiste a pesar de la reciente decisión de pausar los aranceles por 90 días. Esta pausa, aunque ofrece un respiro temporal, no elimina las tensiones entre Estados Unidos y China, que continúan afectando las dinámicas comerciales internacionales. Desde Europa, la situación se observa con creciente preocupación; el viejo continente ha optado por suspender su propia respuesta arancelaria hacia Estados Unidos y ha decidido sentarse a la mesa de negociaciones.teleSUR