En un giro inesperado, Donald Trump ha suspendido temporalmente los aranceles a China por 90 días, tras presiones de importantes CEOs estadounidenses. Esta decisión busca mitigar el impacto negativo en los mercados globales y evitar una escalada en la guerra comercial. Sin embargo, las tensiones persisten y se espera que las negociaciones continúen fuera del ojo público. La situación ha generado incertidumbre económica mundial, afectando tanto a Estados Unidos como a China. Desde Nueva York, se reporta sobre el ambiente tenso y las posibles estrategias futuras del gobierno estadounidense para manejar esta compleja situación.