La reciente devaluación del real brasileño ha alcanzado niveles históricos, complicando los planes económicos tanto en Brasil como en Argentina. Con una depreciación cercana al 28% y proyecciones que podrían cerrar el 2024 con un 30%, la situación genera preocupación entre los mercados y consumidores. Mientras tanto, en Argentina, el gobierno intenta controlar la brecha cambiaria vendiendo reservas para estabilizar el dólar blue. La volatilidad cambiaria en ambos países plantea desafíos significativos para el inicio de 2025.