Vicente Vallés triunfa con el rebote de Sánchez con el PSOE por el inesperado obsequio a Otegi y Puigdemont
- hace 10 días
Al Gobierno Sánchez se le empiezan no solo a notar las costuras, sino también a ver que estas se resquebrajan sin remisión.
Como bien apuntó en la noche del 17 de abril de 2024 Vicente Vallés en Antena 3 Noticias, es lo que tiene haberse entregado a formaciones como la de Oriol Junqueras y, especialmente, a las de Carles Puigdemont y Arnaldo Otegi.
Todo va a ser, como bien dijo Pablo Iglesias (Podemos), "cabalgar contradicciones".
Y, efectivamente, el inquilino de La Moncla ya ha tenido que zamparse algun que otro sapo de complicada digestión:
Cuando Pedro Sánchez decidió pactar con Pablo Iglesias y con Oriol Junqueras y con Arnaldo Otegui y con Carles Puigdemont, sabía que tendría por delante una permanente carrera de obstáculos llena de contradicciones. A cambio, ha conservado el poder. Pero hay momentos concretos en los que esas contradicciones se ponen tan en evidencia que suponen un aprieto político para Sánchez.
Apuntó que el Ejecutivo lleva dos días gloriosos teniendo que hacer frente a cuestiones delicadas y que ponen en tela de juicio su coherencia política:
De hecho, en apenas 48 horas llevamos dos de esas contradicciones difíciles de justificar y aún más difíciles de desmontar. La primera cuando el candidato de Bildu se negó a calificar a ETA como banda terrorista. Y la segunda hoy mismo cuando se ha sabido que el Grupo Parlamentario Socialista ha aceptado incluir a tres fiscales en la lista de comparecientes en la comisión que investigará el 'caso Koldo', entre otros asuntos. Esos fiscales están entre los comparecientes porque lo pidió Bildu y se sumó el partido de Puigdemont.
Sin embargo, relató Vallés, el rebote de Pedro Sánchez debió ser tan patente que la Fiscalía General, rápidamente, ordenó frenar la comparecencia de esos fiscales:
Y el PSOE obsequioso con su parte. Y el PSOE, con socios tan principales como Otegi y Puigdemont, asumió esa petición como propia. Pero la Fiscalía General, conocida por su cercanía al Gobierno, ha dicho que eso no puede ocurrir. Que los fiscales, igual que los jueces, no deben ser llamados ante una comisión parlamentaria. Cree que su comparecencia puede perturbar el trabajo del Ministerio Público.
Como bien apuntó en la noche del 17 de abril de 2024 Vicente Vallés en Antena 3 Noticias, es lo que tiene haberse entregado a formaciones como la de Oriol Junqueras y, especialmente, a las de Carles Puigdemont y Arnaldo Otegi.
Todo va a ser, como bien dijo Pablo Iglesias (Podemos), "cabalgar contradicciones".
Y, efectivamente, el inquilino de La Moncla ya ha tenido que zamparse algun que otro sapo de complicada digestión:
Cuando Pedro Sánchez decidió pactar con Pablo Iglesias y con Oriol Junqueras y con Arnaldo Otegui y con Carles Puigdemont, sabía que tendría por delante una permanente carrera de obstáculos llena de contradicciones. A cambio, ha conservado el poder. Pero hay momentos concretos en los que esas contradicciones se ponen tan en evidencia que suponen un aprieto político para Sánchez.
Apuntó que el Ejecutivo lleva dos días gloriosos teniendo que hacer frente a cuestiones delicadas y que ponen en tela de juicio su coherencia política:
De hecho, en apenas 48 horas llevamos dos de esas contradicciones difíciles de justificar y aún más difíciles de desmontar. La primera cuando el candidato de Bildu se negó a calificar a ETA como banda terrorista. Y la segunda hoy mismo cuando se ha sabido que el Grupo Parlamentario Socialista ha aceptado incluir a tres fiscales en la lista de comparecientes en la comisión que investigará el 'caso Koldo', entre otros asuntos. Esos fiscales están entre los comparecientes porque lo pidió Bildu y se sumó el partido de Puigdemont.
Sin embargo, relató Vallés, el rebote de Pedro Sánchez debió ser tan patente que la Fiscalía General, rápidamente, ordenó frenar la comparecencia de esos fiscales:
Y el PSOE obsequioso con su parte. Y el PSOE, con socios tan principales como Otegi y Puigdemont, asumió esa petición como propia. Pero la Fiscalía General, conocida por su cercanía al Gobierno, ha dicho que eso no puede ocurrir. Que los fiscales, igual que los jueces, no deben ser llamados ante una comisión parlamentaria. Cree que su comparecencia puede perturbar el trabajo del Ministerio Público.