Los colonenses, una vez más, escucharán las promesas que tienen los candidatos presidenciales para el mejoramiento y desarrollo de esta provincia, como sucede cada cinco años. Sin embargo, sus problemas no los ha podido resolver ningún gobernante, y cada año en invierno quedan inundados, la delincuencia sigue a galope y no hay oportunidades de trabajo. Guardan la esperanza que la provincia vuelva a ser la recordada 'tacita de oro'.