La leyenda del monstruo del lago Ness, conocido cariñosamente como Nessie, es uno de los mitos más famosos del mundo[4]. Aunque no hay pruebas concluyentes de su existencia, la historia de este supuesto animal que habita en las profundidades del lago Ness en Escocia se remonta a hace más de 1.600 años[4].
La referencia conocida más antigua se encuentra en un texto del siglo VII llamado "Vida de San Columba"[4]. Este relata cómo el santo misionero irlandés, encargado de llevar el cristianismo a Escocia, observó un día a unos hombres enterrando a un difunto que supuestamente había sido mordido por un enorme monstruo que vivía en el lago[4].
A lo largo de los siglos, se han reportado numeristosos avistamientos del monstruo, aunque la mayoría han sido desmentidos o considerados poco fiables[4]. Uno de los casos más famosos fue en 1934, cuando se publicó una foto que supuestamente mostraba a Nessie asomando su cabeza y cuello del agua[4]. Sin embargo, en 1994 se reveló que había sido una falsificación organizada por Marmaduke Wetherell[4].
A pesar de la falta de pruebas concluyentes, la leyenda de Nessie sigue fascinando a la gente de todo el mundo[4]. Forma parte del imaginario colectivo, especialmente en Occidente, al igual que la historia del Bigfoot[4]. Esos monstruos entrañables y terroríficos a partes iguales que vagan solitarios sin que nadie pueda asegurar a ciencia cierta que realmente existan[4].