Hoy les voy a contar cómo creo que hay que ejercer la oposición.
Cómo debería actuar el centroderecha, mientras continúe Sánchez ‘okupando’ La Moncloa y los facinerosos de la Coalición Frankenstein copen el Gobierno de España.
Y para ello, permítanme que eche mano de una fabula que hace tres décadas, estando ambos entre las ruinas de Grozny, en mitad de la primera guerra de Chechenia, me contó el ruso Igor Mihalev.
Igor es fotógrafo y desde que topamos en Bagdad hace 33 años es mi mejor amigo. A fondo, con esos lazos fraternales que sólo brotan entre quienes comparten trinchera, vestuario o camarote en alta mar.
A Igor le encanta España y hablando de diferencias entre españoles y rusos, puntualizando que ellos son más primitivos, directos y violentos que nosotros, ponía de ejemplo cómo reaccionamos ante las ofensas.
En Rusia, si alguien te roba el burro, raro es quien se consuela diciendo que el asno estaba viejo y que salir a buscarlo, perdiendo horas y energías no merece la pena.
Lo normal, según Igor, es alistar la mochila, escoger una buena estaca y ponerse en camino, escalando montes y bajando barrancos, hasta encontrar al ladrón.
Y una vez allí, además de arrebatarle el pollino y majarlo a palos, llevarte sus gallinas, sus ovejas y hasta las cacerolas.
‘Nadie te vuelve a robar nada en la vida’, concluía Igor.
Pues así creo yo que debe hacerse la oposición a Sánchez.
Todo sigue en el aire y todavía no tenemos claro quien ocupará La Moncloa durante esta legislatura, pero si lo hace el jefe del PSOE, hay negarle el pan y la sal.
No me refiero solo a utilizar la mayoría absoluta que el PP tiene en el Senado o los 172 diputados que puede aglutinar con VOX en el Congreso.
Me refiero, sobre todo, al inmenso poder autonómico y municipal que detenta el centroderecha.
Y usarlo con tanta determinación, como maldad e inteligencia.
¿Tiene sentido que los Gobiernos regionales, los Ayuntamientos y las Diputaciones controlados por los de Feijóo y Abascal mantengan en su lista de beneficiados por la publicidad institucional a la ‘Brunete Pedrete’? ¿A la Cadena SER, LaSexta, el País y compadres? ¿Que sigan sacando y pagando en sus televisiones autonómicas a supuestos analistas que les crucifican?
Ni un euro ni un segundo a los medios, periodistas y tertulianos del ‘pesebre sanchista’. Y a potenciar aquellos que a la hora de la verdad se parten el pecho por España y la libertad.
No es tan complicado.
Y si no saben como hacerlo, que le pregunten a Esperanza Aguirre cómo se las arreglo para echar a pique ‘Localia’, la cadena de televisión con que soñaba el Grupo PRISA.