Pedro I 'el Figura', Pedro I 'el Mentiroso', al que le da igual traicionar a sus compatriotas con tal de estar en La Moncloa hasta el final, hasta el último día, y así garantizarse un retiro jugosamente regado, está a punto de aprobar los últimos PGE que le quedan, como ya le espetó Feijóo el otro día.

Escuchaba hace poco a un buen amigo, un prestigioso economista, afirmar que Pedro Sánchez, al menos, podría presumir, cuando se marche, de ser el único presidente -tendría que comprobar el dato- que podrá jactarse de haber conseguido sacar adelante todos y cada uno de sus presupuestos. ¡Claro! Los ha podido aprobar todos porque no le ha faltado más que 'abrirse en canal' y entregar a cambio España si es necesario... que en la práctica es lo que ha hecho.

Pero el día de hoy nos ha dejado una estampa impagable: contemplar a Echenique, con los pantalones por las rodillas, atribuyéndose el mérito públicamente, en declaraciones en el Congreso de los Diputados, de que la iniciativa de rebajar las penas por el delito de sedición, último chantaje al que va a someter ERC para 'vender' su apoyo a la coalición socialcomunista para que saque adelante las cuentas del Estado, fue suya. Un trágala gracias al cual, Carles Puigdemont, entre otros, quedará muy pronto libre de 'polvo y paja' y podrá regresar a España con todos los honores. Una pena, una humillación y una lástima.