Hoy es 30 de junio, último día del mes y del semestre. Último día para cumplir con Hacienda para los que tengáis que pagar, aunque la mayoría de las declaraciones sean 'a devolver'. Desgracia en cualquier caso la de vernos obligados a satisfacer los instintos depredadores de un Estado, voraz e insaciable, que malgasta nuestros ahorros y el fruto de nuestro trabajo, ante la impasibilidad del respetable; tal y como dice el gran Eduardo García Serrano, somos un pueblo que 'vota, calla, traga y paga'.

No seré yo quien diga que Hacienda es lo más parecido que existe, según algunos, a una 'mafia legal', pero cabe recordar que junto con la Seguridad Social es el único acreedor, por eso son públicos, que mientras les discutes judicialmente si una deudas es pertinente o no, de momento, se van sirviendo. Te embargan o te 'anotan' tus bienes para que no puedas enajenarlos. El Estado, el 'Sistema', te tritura y está constituido por una casta de elegidos.

Esto se produce a pocas horas de que España asuma la presidencia rotatoria de la UE. Algo que hace meses tenía una importancia casi 'planetaria' -frase 'histórica' de la que fuera ministra Leire Pajín- pero que a día de hoy, al estar Pedro Sánchez de salida, les da igual a nuestros actuales gobernantes.

A Sánchez sólo le importa para denostar a Feijóo y para comentar en Bruselas que si llega a La Moncloa peligran los Fondos 'Next Generation'. El 'figura' aprovecha mientras tanto para hacerse una foto con Zelenski que será de las últimas que le queden para el recuerdo.

Mientras Sánchez se pavonea, en lo poco que le queda, el líder del PP ya esboza su proyecto económico, siendo una de sus principales intenciones la de mantener la reforma laboral de Yolanda Díaz, que está inspirada en la que sacó adelante en 2012 Fátima Báñez y a la que se opuso el entonces líder del PP, Pablo Casado, en uno de sus mayores errores.