Eurico Campano: “La campaña de laSexta contra VOX necesita un relato alternativo antes de que cuaje"
  • hace 2 años
Los comunistas chinos celebran su congreso y su líder, Xi Jinping, los ha tenido dos horas escuchándole y aplaudiéndole, casi como Fidel Castro tenía a los cubanos en sus mejores tiempos, en la Plaza de la Revolución, a cuarenta y cinco grados, horas y horas. Les ha tenido el líder chino durante largo rato explicándoles las bondades de la mezcolanza entre el capitalismo más salvaje y el comunismo de prietas las filas o disparamos al disidente. Más que a un sistema capitalista, aquello se parece a un régimen algo 'mafioso' y cleptocrático, como el que eclosionó en Rusia tras la caída de la antigua URSS. Una política, la china, de 'COVID cero', que no sólo no les ha beneficiado sino que les ha perjudicado. ¡Pero qué más da! China es el mayor socio comercial de la Unión Europea y el segundo mayor tenedor mundial de deuda norteamericana.

Ahí siguen; comprándolo todo porque, como me explicaba un buen amigo que conoce aquel régimen, hay no menos de cincuenta millones de multimillonarios allí -tampoco son tantos si tenemos en cuenta que suman un total de mil seiscientos millones de personas.- que viajan y que están dispuestos a comprarlo todo en París, Londres, Nueva York, Viena, Berlín, Roma, Madrid o Lisboa. En todo el mundo.

Tal parece que el mundo no ha cambiado nada, ya en pleno siglo XXI, y que sigue habiendo potencias, China es el arquetipo, con voluntad imperial y ganas de dominar por completo el orbe y superar a los Estados Unidos o a Rusia.

Mientras esto ocurre allende nuestras fronteras, por volver al barro de nuestra política cotidiana, aquí nos consumimos entre las previsiones nada esperanzadoras que nos ha dejado el gobernador del Banco de España, don Pablo Hernández de Cos, el disparatado incremento del gasto público, con la contratación de más y más asesores gubernamentales y ministeriales, 136 más sólo en el MInisterio de Irene Montero... muchos y muchas sin tan siquiera el bachillerato terminado. Y no sólo esto; ocurren más cosas, como el hecho nada casual de que una cadena de televisión, La Sexta, se ocupa ahora del funcionamiento y estructura internos de un partido político, Vox, sin hablar en cambio de otros como Podemos.

Una campaña contra la formación de Santiago Abascal a la que le están dando por todas partes. Podían centrarse en el dinero que, según se ha publicado, recibió la formación de ione Belarra de Irán o Venezuela, pero esto no lo hacen. Vox, en cualquier caso, debería ocuparse también de construir un relato para contrarrestar toda esta propaganda adversa, no sea que prenda y se extienda cada vez más.
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