Alfonso Rojo: "Es el terrorista Otegi quien blanquea al socialista Sánchez"
  • hace 3 años
Las tragaderas de la izquierda española son pantagruélicas.

El criminal que tuvo encerrado en una cueva al empresario Luis Abaitúa y que se fue a disfrutar de la playa el día en que sus conmilitones asesinaron de dos balazos en la nuca a Miguel Ángel Blanco, dice ahora que siente mucho el dolor de las víctimas.

De los 376 asesinatos perpetrados por ETA, que siguen sin resolver, de las indemnizaciones a los heridos, mutilados, huérfanos y viudas no pagadas, de los homenajes a los psicópatas, del acoso a los que no les bailan el agua a los terroristas y de la perversión del relato, ni una palabra, pero ya han salido al quite los tertulianos de siempre y personajes abyectos como el socialista Patxi López para alabar las palabras de Arnaldo Otegi.

Nadie de Bildu, Sortu y todo ese sucio mundo batasuno se han arrepentido jamás de nada.

Que el Gobierno PSOE-Podemos califique de ‘positivo’ el siniestro paripé del etarra es un insulto a la inteligencia de los españoles y a la memoria de las víctimas.

A lo que estamos asistiendo no es a un capítulo más del blanqueamiento de ETA a manos del PSOE, al estilo Zapatero, ese infame que etiquetó al etarra Otegi como ‘hombre de paz’ y que el pasado domingo les decía a los socialistas reunidos como ovejas en el Congreso de Valencia que ha llegado la hora de olvidar los crímenes de ETA

Esto es nuevo, porque aquí son los asesinos de un millar de españoles quienes blanquean al PSOE e intentan pavimentar el camino para que Sánchez siga en La Moncloa.

No tiene fondo la desvergüenza de Sánchez, cuyos subalternos –en el partido y en los medios de comunicación- se van a hartar de repetir que hay que ‘pasar página’ y de usar todo tipo de eufemismos para pintar de rosa algo que es en esencia repugnante.

Al PSOE, a Podemos, a los periodistas de pesebre, a LaSexta, la Cadena SER, El País, TVE, los progres de pacotilla y todos los paniaguados a sueldo del poder, les preocupa mucho la Guerra Civil de 1936 y el franquismo de hace medio siglo, pero se abrazan a los asesinos de ETA, argumentando cínicos que sus crímenes son cosa del pasado.

A mí me da pena y me causa un asco imponente.
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